Horas después de haber sido acusado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de integrar una supuesta "operación criminal" junto a espías rusos y venezolanos para desestabilizar al Gobierno, Claudio "Chiqui" Tapia recibió un gesto contundente de respaldo por parte de Lionel Messi.

"¡Cómo sonríe el 10! Qué alegría volver a verte, Leo querido", escribió el presidente de la AFA en su cuenta de X, acompañado de una serie de fotos distendidas con el capitán de la Selección, a quien recibió este lunes en el predio de Ezeiza.

El posteo no pasó desapercibido. Fue interpretado como una respuesta indirecta a la denuncia que horas antes había presentado el Ministerio de Seguridad, en la que se vincula a Tapia con una trama que incluiría la difusión de audios obtenidos ilegalmente en Casa Rosada y un supuesto intento de "derrocar al Gobierno".

¡Cómo sonríe el 10! Qué alegría volver a verte, Leo querido 🫂😄 pic.twitter.com/pras36Y5H9

— Chiqui Tapia (@tapiachiqui) September 1, 2025

Según el escrito presentado por Bullrich, detrás del canal de streaming Carnaval —donde se difundieron los audios de Karina Milei— se encontraría Pablo Toviggino, hombre de máxima confianza de Tapia y, según la denuncia, "opositor declarado del Gobierno Nacional y de las ideas de la Libertad que reivindican el Presidente de la Nación y la Secretaría General de la Presidencia".

Lejos de entrar en confrontaciones directas, Tapia eligió no pronunciarse públicamente sobre la denuncia. En cambio, volvió a apoyarse en la figura de Messi, quien históricamente mostró respaldo hacia el titular de la AFA. No es un dato menor: en noviembre del año pasado, cuando el Gobierno barajaba intervenir la AFA en medio de la discusión por las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), la posibilidad de una reacción negativa de Messi en redes sociales habría sido clave para frenar el avance libertario.

El gesto de Tapia de mostrarse relajado y sonriente junto a Messi y otros jugadores de la selección no solo le permitió descomprimir internamente, sino que también reavivó temores dentro del oficialismo. Un eventual cortocircuito con el capitán argentino, ídolo popular y figura de influencia global, sería un riesgo político que el Gobierno prefiere seguir evitando.