La "voracidad" que incomoda: Karina Milei bajo la lupa del Círculo Rojo - Política y Medios
28-08-2025 - Edición Nº6418

CRECE LA DESCONFIANZA

La "voracidad" que incomoda: Karina Milei bajo la lupa del Círculo Rojo

10:59 |La secretaria General de la Presidencia se viene convirtiendo en un factor de incertidumbre no sólo en la reputación del Gobierno ante el electorado, sino también ante los empresarios. Corrupción y concentración del poder, las principales impugnaciones.

La relación entre la política y los grandes empresarios siempre se mueve en una delgada línea de conveniencia y desconfianza. Javier Milei lo sabe, pero en los últimos meses su principal problema no ha sido la macroeconomía, ni siquiera la volatilidad cambiaria, sino el factor político que representa su hermana Karina.

El llamado “Círculo Rojo” de empresarios advierte que la presencia de la secretaria general de la Presidencia opera como un inhibidor de inversiones: los ejecutivos no sólo cuestionan su estilo, sino que temen que los escándalos judiciales terminen arrastrando al Gobierno.

Las palabras que circulan en off entre los hombres de negocios son duras: “voracidad”, “soberbia”, “temeridad”. Detrás de ese vocabulario está el recuerdo reciente de episodios de presunta corrupción que involucran a funcionarios cercanos al círculo íntimo de Milei y que ahora, con Karina en el centro, se leen como un síntoma de riesgo.

La hermana presidencial se convirtió en una figura clave para los nombramientos, los contratos y la construcción política. Eso, traducido a la jerga empresarial, significa que todo pasa por ella. Y cuando el acceso se concentra en una sola persona, el costo de hacer negocios se vuelve impredecible.

La paradoja es evidente: el presidente exhibe números fiscales positivos, promete reformas y busca mostrarse como un gestor confiable frente al FMI y los mercados. Pero al mismo tiempo, el empresariado local frena desembolsos porque sospecha que la mesa chica del poder prioriza intereses personales por encima de reglas claras. Esa contradicción erosiona la confianza en el corto plazo y posterga decisiones que podrían oxigenar la economía real.

Las elecciones bonaerenses aparecen como otro punto de tensión. No pocos inversores interpretan que el desenlace de esa pulseada marcará el ritmo político de Milei y, en consecuencia, el clima de negocios. “Si la Justicia avanza sobre Karina, el impacto será directo en la capacidad del Presidente de sostener acuerdos”, deslizó un consultor que asesora a fondos extranjeros. La fragilidad política, dicen, pesa tanto como el riesgo país.

Mientras tanto, en la Casa Rosada prefieren relativizar los cuestionamientos. Para el entorno presidencial, los reparos del Círculo Rojo no son más que intentos de condicionar a Milei en medio de su guerra contra la “casta empresaria”. Pero esa lectura choca con una realidad: sin confianza del capital privado, la promesa de lluvia de inversiones seguirá en suspenso.

En la práctica, lo que ocurre es que la figura de Karina Milei se ha convertido en un factor de incertidumbre estructural. No se trata sólo de acusaciones en los medios o rumores judiciales: es la sensación de que la hermana del Presidente concentra demasiado poder en un país que históricamente se resiste a confiar en liderazgos verticales. Cada reunión empresaria termina con la misma conclusión: antes de poner un dólar, prefieren esperar.

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