
A menos de dos semanas de los comicios bonaerenses del 7 de septiembre de 2025, una nueva ráfaga interna sacude al peronismo provincial. El diputado nacional Máximo Kirchner, encendió las tensiones con el gobernador Axel Kicillof al reclamar una distribución más equitativa de los fondos provinciales.
Durante la inauguración del polideportivo "Diego Armando Maradona" en Quilmes, el dirigente criticó que el gobierno priorice a La Plata en materia de inversiones. “Hace un año, en un acto que hacías en la ciudad de La Plata me decían ‘qué linda está la Ciudad de La Plata’. Ojalá el gobernador ponga la misma plata en Quilmes que pone en la ciudad de La Plata”, dijo Kirchner, rematando con un claro mensaje: “Me va a encantar, Quilmes lo necesita”
Curiosamente, apenas horas antes, el propio Kicillof encabezó en Quilmes la inauguración de una nueva alcaidía, una obra significativa financiada por la provincia, en presencia de la intendenta local, Mayra Mendoza.
La viralización del video del reclamo reavivó una interna en la que La Cámpora y su liderazgo siguen enfrentados al ala kicillofista, y se inscribe en un escenario de hermetismo organizado por la campaña electoral que prohíbe nuevos actos públicos.
A raíz de las declaraciones del hijo de CFK, desde otros sectores del arco político reaccionaron. Diego Valenzuela, quien encabeza la lista de La Libertad Avanza (LLA) en la primera sección en la provincia de Buenos Aires, respondió: “Acá se ve la decadencia del kirchnerismo. No solamente discriminan a los municipios gobernados por la oposición sino que se discriminan entre ellos por la interna. No lo digo yo, lo dice Máximo Kirchner. El 7 de septiembre hay que empezar a decirle basta a esta gente”.
Los comentarios del diputado se dieron en medio de una fuerte crisis interna dentro del peronismo, donde la relación entre Kicillof y el kirchnerismo está cada vez más rota. Tal como había trascendido, desde las filas del gobernador hay intereses de romper lazos para armar un proyecto más amplio y que incluya a gobernadores de otros signos políticos para crear un frente “anti-Milei”.