
Los candidatos Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano) y Jorge “Tuto” Quiroga (Alianza Libre) se alistan para disputar la segunda vuelta de las elecciones generales en Bolivia, luego de que ninguno de los aspirantes lograra una victoria definitiva en la primera ronda celebrada este domingo 17 de agosto. Así las cosas, luego de dos décadas y después de cuatro gobiernos del MAS, el país da un brusco giro hacia las políticas conservadoras.
Paz Pereira, heredero del liderazgo político de su familia, ha basado su campaña en la promesa de restaurar la estabilidad económica mediante la reducción de impuestos y la promoción de un entorno amigable para los negocios. A menudo se ha mostrado crítico del intervencionismo estatal y propone reformar el sistema judicial y económico para fortalecer las instituciones democráticas y garantizar un crecimiento sostenible, en línea con las políticas tradicionales de derecha. En cuanto a la política exterior, Paz Pereira aboga por una Bolivia más integrada con los mercados internacionales y por una cooperación más cercana con Estados Unidos y la Unión Europea, buscando atraer inversiones extranjeras y crear un clima de seguridad jurídica.
Por su parte, "Tuto" Quiroga, ex presidente de Bolivia y líder de la alianza Libre 21, ha sido un firme defensor de la economía de mercado y del fortalecimiento de las relaciones comerciales con países vecinos y más allá. Su propuesta se centra en reducir la presencia del Estado en sectores clave como el gas y el petróleo, promoviendo la privatización y el libre acceso a estos recursos para las empresas privadas. Quiroga también se ha comprometido a asegurar la estabilidad política y económica del país a través de una serie de reformas que, según él, permitirán a Bolivia convertirse en un "hub" regional para inversiones internacionales. En sus discursos, Quiroga ha sido un crítico constante del legado del MAS y de lo que considera un modelo económico que limita el desarrollo del país.
Un balotaje dividido
Ambos candidatos representan dos visiones claras sobre el futuro de Bolivia, lo que ha generado una disputa cargada de tensiones, especialmente en lo relacionado con la relación del país con los movimientos sociales y el legado del gobierno de Evo Morales. A pesar de que las encuestas previas a la elección mostraban un panorama más fragmentado, el balotaje ha logrado definir a dos fuerzas antagónicas que disputan la dirección del país.
El presidente saliente, Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS), ha jugado un papel clave durante la campaña, con sus declaraciones sobre la estabilidad económica y política de su gobierno. Sin embargo, el ambiente de división política y los reclamos de una oposición que cuestiona las últimas gestiones del MAS han dado paso a este escenario, en el que las elecciones se han convertido en una suerte de plebiscito sobre el futuro de la democracia en Bolivia.
El impacto de las redes sociales y el debate político
A lo largo de la campaña, las redes sociales han jugado un papel fundamental en la difusión de ideas y en la movilización de votantes. Los ataques en medios digitales entre los seguidores de ambos candidatos han sido constantes, con acusaciones mutuas sobre la falta de propuestas claras y los riesgos de retornar a modelos políticos que, según algunos sectores, han fracasado en el pasado.
En este contexto, las encuestas sugieren que el balotaje podría estar reñido, ya que el voto urbano parece inclinarse hacia Paz Pereira, mientras que los votantes rurales y más conservadores parecen alinearse con Quiroga. La coyuntura política también está marcada por la creciente preocupación sobre la corrupción y la transparencia electoral, un tema que ha sido abordado con fuerza por ambos aspirantes.
¿Qué depara el futuro?
Con el balotaje programado para el 19 de octubre próximo, el país se enfrenta a una disyuntiva crucial. Los votantes tendrán que decidir entre dos caminos políticos muy diferentes: uno orientado a consolidar los avances del pasado reciente con Paz Pereira, y otro que promete un giro hacia un modelo económico y político diferente con Quiroga.
Mientras tanto, la expectativa sobre la capacidad de ambos candidatos para generar alianzas, no solo dentro de sus respectivos partidos, sino también con sectores de la sociedad civil y de la oposición, será fundamental para determinar el resultado final.