
La actividad académica universitaria inicia este segundo cuatrimestre, paradójicamente, con un cese de actividades de 24 horas, encabezado por gremios docentes y no docentes, como parte de un plan de protesta para visibilizar los reclamos que viene encabezando el sector.
El objetivo está claro: garantizar que el Senado le dé sanción definitiva a la Ley que actualiza el presupuesto universitario por inflación, antes de enfrentar el veto que Milei ya anunció. La Cámara de Diputados había dado media sanción al proyecto con un resultado contundente: 158 votos a favor, 75 en contra y 5 abstenciones. Sin embargo, la mayoría especial para avalar el eventual rechazo presidencial quedó a un solo voto.
Desde la Casa Rosada reafirmaron su negativa. En redes sociales, el propio presidente, Javier Milei, afirmó: “El superávit fiscal no se negocia”, mientras los legisladores oficialistas enfatizan la narrativa de que cualquier incremento presupuestario compromete la estabilidad económica.
Paralelamente, en las universidades los salarios se encuentran congelados, las becas paralizadas y la infraestructura en estado crítico. “Con docentes y nodocentes por debajo de la línea de pobreza, no hay universidad posible”, advirtieron desde la Confederación Nacional de Docientes Universitarios (Conadu).
La situación de la Universidad Nacional de Córdoba puede ilustrar el colapso institucional: cortes de luz, tomas y asambleas en varias facultades. El prespuesto para las universidades y los salarios docentes han sufrido pérdidas que rondan el 30%, con un sistema que arrastra un déficit de financiamiento que supera ese porcentaje.
Víctor Moriñigo, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIU), describió la actual situación como una política de vaciamiento: “Están buscando la muerte por inanición de la universidad pública”. Su voz refuerza la percepción de que la crisis es sistemática, no circunstancial.
El conflicto ya tiene su prontuario en estos menos de dos años de Gobierno libertario: ya en 2024 el Congreso había sancionado una Ley similar, que fue vetada por Milei al igual que la recomposición de jubilaciones y una Ley de Movilidad también de ese año.
En este sentido, el Gobierno nacional no especula con el humor social y defiende su equilibrio fiscal a cualquier costo. Tanto es así, que ha quedado sistemáticamente enfrentado a sectores estratégicos de desarrollo como lo es la salud, la educación superior, la ciencia y la tecnología; así como también a los sectores más desprotegidos, como jubilados, discapacitados y pacientes pediátricos del Hospital Garrahan.
Hoy, la oposición defiende el proyecto como una línea de compromiso con el derecho a la educación pública. “No hay justificación para que el presupuesto universitario sea el más bajo en dos décadas”, advirtió Blanca Osuna durante el debate en Diputados.
Con más de 200% de inflación acumulada en los últimos 20 meses, el ajuste tiene impacto directo sobre el funcionamiento universitario, los salarios y la propia continuidad académica.
Frente a ese escenario, están previstas movilizaciones docentes en todo el país para reflejar el creciente malestar entre los trabajadores universitarios, que enfrentan una caída salarial estimada en 90% respecto de noviembre de 2023.
Las manifestaciones buscan meter presión en el Senado, que ahora deberá decidir si se aprueba el proyecto de financación dándole carácter de Ley, cuestión que no parece una gran hazaña si se contempla la debilidad del oficialismo en la cámara alta.
La mano definitiva se daría ante el eventual veto presidencial, ante lo cual la oposición ya requeriría dos tercios de los presentes para sostener la Ley y que no sea anulada. Esta fue la instancia donde el año pasado la iniciativa quedó sin efecto.
En las calles, la comunidad universitaria intentará enviar nuevamente un mensaje al Poder Ejecutivo, de que los ánimos no están para un nuevo rechazo a la financiación.
En Casa Rosada comienzan a divisar las elecciones bonaerenses de septiembre y las nacionales de octubre, aunque por el momento capitular no parece encontrarse entre las posibilidades barajadas,.