El peronismo cerró alianzas en 17 provincias y busca contener la fragmentación - Política y Medios
09-08-2025 - Edición Nº6399

PRIMA EL PRAGMATISMO

El peronismo cerró alianzas en 17 provincias y busca contener la fragmentación

Con el cierre del plazo para inscribir frentes electorales, el PJ logró consolidar propuestas únicas en la mayoría del país. Sin embargo, en siete distritos clave persistirán ofertas divididas. Grabois mantiene suspenso su rol en Buenos Aires y CABA.

El reloj electoral empieza a correr con fuerza y el peronismo completó una etapa clave: el cierre de alianzas. En 17 de las 24 provincias, el PJ logró acordar un frente unificado para las elecciones nacionales de octubre.

En las siete restantes, la oferta peronista llegará fragmentada a las urnas. El mapa refleja tanto acuerdos estratégicos como diferencias persistentes, en un escenario signado por la reconfiguración interna del espacio opositor.

La denominación “Fuerza Patria” se impuso como rótulo nacional en varios distritos, aunque no todos optaron por ella. Algunos gobernadores privilegiaron identidades locales, buscando reforzar su arraigo territorial. El gesto de mayor tensión lo aportó la agrupación Patria Grande, liderada por Juan Grabois, que decidió no integrarse –por ahora– al frente oficialista en Buenos Aires ni en la Ciudad Autónoma.

Grabois dejó en claro su postura: “No puedo aceptar dócilmente que al espacio peronista lo hegemonice Massa”, lanzó en una reciente entrevista televisiva. Pero su figura también genera resistencia entre intendentes del conurbano, que lo ven como un posible factor de fuga electoral.

Aun con esas fricciones, el avance del PJ en 17 provincias marca un piso de cohesión. En distritos como Chaco, Tucumán, Santa Fe, Mendoza, La Rioja, San Juan, Neuquén, Catamarca, Formosa, Corrientes y Entre Ríos se cerraron alianzas amplias, que combinan al PJ con fuerzas aliadas como el Frente Renovador, Kolina, Libres del Sur y otras referencias locales.

El caso chaqueño fue uno de los más llamativos: Jorge Capitanich logró sellar un frente de 14 partidos bajo el sello Fuerza Patria, y todo indica que encabezará la boleta para el Senado. En La Rioja, en cambio, optaron por una marca identitaria más histórica: “Federales. Defendamos La Rioja”.

También hubo acuerdos amplios en CABA y la provincia de Buenos Aires, aunque en ambos casos quedó abierta la posibilidad de una doble candidatura si Patria Grande decide competir por fuera. El plazo para inscribir listas cierra el 17 de agosto.

En paralelo, se sumaron otros frentes con nombres vinculados al arraigo local: “Tucumán Primero”, “Fuerza San Juan”, “Defendemos La Pampa”, “Fuerza Entre Ríos”. Cada uno muestra una lectura particular de la coyuntura provincial, pero bajo una lógica de unidad que prioriza la contención.

En Córdoba, la fragmentación fue inevitable. Allí se inscribieron tres frentes peronistas: el “cordobesismo” oficial bajo el nombre de Provincias Unidas, impulsado por Martín Llaryora y Juan Schiaretti; un armado alternativo de Natalia De la Sota (“Defendamos Córdoba”); y una versión local de Fuerza Patria, promovida por el kirchnerismo.

En Santa Fe, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Corrientes se consolidó la unidad bajo el paraguas de Fuerza Patria. En esas jurisdicciones, la estrategia fue evitar PASO internas costosas y proyectar una campaña más homogénea.

La decisión de Grabois, que dejó afuera a su espacio en CABA y PBA pero suscribió acuerdos en otras provincias como Santa Fe, Córdoba, San Juan y Río Negro, aparece como un movimiento de presión antes del cierre de listas. Su objetivo declarado es impedir que Massa encabece la boleta bonaerense.

Desde el entorno de Cristina Fernández de Kirchner salieron a despegarse de cualquier supuesto aval al juego de Grabois. “Ella quiere que vayan todos juntos. Cualquier decisión de Juan es exclusiva de él”, afirmaron desde el Instituto Patria.

El acuerdo en Santa Fe también incluyó a Patria Grande, lo que evidencia que la tensión se concentra en los distritos donde el kirchnerismo pisa más fuerte. Esa negociación sigue abierta.

El cierre de alianzas dejó además un patrón claro: en muchas provincias donde el PJ no pudo unificar fuerzas, la disputa se da entre sectores tradicionales, gobernadores actuales o exmandatarios, y espacios ligados al kirchnerismo. Así ocurrió en San Luis, Misiones, Salta, Tierra del Fuego, Chubut y Jujuy.

En estos casos, la fragmentación se traduce en al menos dos frentes peronistas distintos compitiendo por el mismo electorado. Un riesgo que el oficialismo busca reducir de cara a octubre.

Aun con diferencias no saldadas, la estrategia dominante fue construir acuerdos amplios y pragmáticos. El sello “Fuerza Patria” funciona como paraguas común, aunque adaptado a cada territorio.

Las tensiones persisten, pero el peronismo parece haber logrado un primer objetivo: evitar la dispersión total. La próxima parada será el cierre de listas. Allí se jugarán las definiciones más sensibles.

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