
La inseguridad se ha consolidado como uno de los problemas más graves y persistentes de la gestión de Axel Kicillof. En los primeros ocho meses del año, el incremento de delitos violentos en el Conurbano bonaerense dejó en evidencia la falta de respuestas eficaces por parte del gobierno provincial, en un contexto donde la preocupación social por la seguridad no deja de crecer.
A lo largo del año, múltiples casos con fuerte impacto mediático han puesto en evidencia el deterioro de la seguridad pública. Uno de los más resonantes fue el asesinato de Lucas Aguilar, un joven repartidor de 20 años que fue baleado en Moreno al intentar defender a un vendedor ambulante de un asalto. Este hecho se dio en un lapso de apenas 24 horas en el que se registraron tres muertes violentas relacionadas con menores involucrados en delitos.
El martes 25 de febrero tuvo lugar un crimen que generó estupor y mostró la peor cara de la inseguridad. Kim Gómez, de apenas 7 años, viajaba junto a su madre en un Fiat Palio rojo detenido ante un semáforo en 25 y 72 (Altos de San Lorenzo). Allí, delincuentes robabaron el vehículo cuando Kim, con el cinturón de seguridad puesto, quedó atrapada dentro mientras era arrastrada por varias cuadras. El raid terminó abruptamente contra un poste de luz, y horas después se encontró el cuerpo de la niña debajo del coche.
Otro caso que causó conmoción fue el asalto sufrido por el ministro de Transporte Martín Marinucci en Ramos Mejía: su esposa fue golpeada por los delincuentes mientras escapaban, lo que desató una ola de críticas incluso dentro del oficialismo. También se destaca el crimen del oficial Brian Coria, asesinado en Castelar para robarle la moto.
El caso más trágico fue el de Thiago Correa, un niño de solo siete años que murió por una bala perdida durante un tiroteo entre un policía y delincuentes en La Matanza.
Vale destacar que la suba de delitos, especialmente en robo automotor y confrontaciones armadas, se ve agravada por falencias estructurales en la Policía Bonaerense —una fuerza con más de 100.000 efectivos que continúa acumulando problemas orgánicos, sin procesos serios de depuración ni capacitación.
Zonas más afectadas
Los partidos más golpeados por la ola de inseguridad son los mismos que concentran el mayor volumen de población y urbanización precaria: La Matanza, Moreno, General Rodríguez, Lomas de Zamora, San Martín, Mar del Plata y La Plata. Todos presentan tasas de homicidios y delitos violentos muy por encima del promedio provincial. La capital bonaerense, ha sido señalada por varios informes como una de las ciudades donde más creció el delito durante el último año.