
El gobierno de Tucumán alistó todo para conmemorar el 209° aniversario del Día de la Independencia con el presidente Javier Milei, aunque su permanencia en la provincia se ceñirá de manera exclusiva a la Vigilia de la Independencia, en el Museo Nacional Casa Histórica. Hasta el momento solo han confirmado la asistencia a la celebración dos mandatarios provinciales, un número que dista de los 18 que estuvieron en 2024, cuando se firmó el Pacto de Mayo. Los recortes de fondos nacionales a las provincias y los incumplimientos de partidas prometidas parecieran haber hecho mella, por lo que ahora los jefes provinciales comenzaron a mostrar sus diferencias con la Casa Rosada.
A diferencia de otros años, la confirmación de Nación sobre la asistencia del jefe de Estado se produjo el viernes de la semana pasada. Es decir, a menos de una semana de la fecha patria. El fin de semana arribó a la provincia el personal de la Casa Militar, responsable de coordinar el operativo de seguridad durante la estadía del Presidente, que no superaría las tres horas. Para el acto en el Museo Casa Histórica, de igual modo que el año pasado, no habrá acceso al público ni para medios de comunicación y la zona estará vallada. En los alrededores del solar histórico habrá tres anillos de seguridad. Los más cercanos a cargo de fuerzas nacionales y el tercero, el externo, contempla la participación de policías tucumanos, se señaló.
El presidente Javier Milei llegará entre las 22 y las 22.30 al aeropuerto internacional Benjamín Matienzo. Allí lo esperará un helicóptero que lo llevará hasta una zona contigua al Parque 9 de Julio, helipuerto desde el que se trasladará el vehículo hasta la Casa Histórica.
La cadena nacional comenzará a la medianoche, con el Himno Nacional Argentino y continuará con el discurso del mandatario. Terminado, retornará a Olivos. El horario de regreso del vuelo está programado para las 1 de la madrugada.
El antecedente de la ausencia de Milei a los actos por el Día de la Bandera, el pasado 20 de junio, en Rosario, había generado incomodidad y malestar en la Casa de Gobierno tucumana. El gobernador Osvaldo Jaldo había estado de martes a jueves de la semana pasada en la Capital Federal, realizando gestiones oficiales, y retornó a la provincia sin la confirmación de la visita. Por ello, en cuanto tuvo contacto con los medios, disparó: “Tucumán, el 9 de Julio, es la capital de la República Argentina y el presidente tiene que dar el mensaje desde acá. No hay nada más importante”.
Está claro que la deshilachada asistencia de los jefes provinciales es congruente con la distancia que han comenzado a manifestar los gobernadores con la Casa Rosada y que se hizo evidente en la asistencia perfecta a la reunión del Consejo Federal de Inversiones (CFI), de hace dos semanas, cuando todos los mandatarios -incluido el jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri- acordaron presentar dos proyectos de ley. Uno sobre la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), y otro referido al reparto a las provincias de lo que Nación recauda por el impuesto a los combustibles.