El Gobierno asegura que volverá a vetar el aumento a los jubilados, ¿tiene margen para tensar más el ánimo social? - Política y Medios
25-07-2025 - Edición Nº6384

ANÁLISIS

El Gobierno asegura que volverá a vetar el aumento a los jubilados, ¿tiene margen para tensar más el ánimo social?

En medio del conflicto de Milei con trabajadores del Garrahan y los pensionados por discapacidad, la oposición suma el frente de un incremento a pensiones y jubilaciones en el Congreso. Casa Rosada apuesta a remarcar el costo fiscal.

La oposición vuelve a cargar esta semana contra el programa de austeridad económica del Gobierno desde el Congreso, en una semana donde buscará abordar dos temas sensibles en la agenda coyuntural: un aumento a los haberes jubilatorios y la emergencia en discapacidad.

En medio de las tensiones que mantiene Javier Milei y su administración con los trabajadores del Hospital Garrahan, los legisladores mantienen abiertos nuevos frentes de disputa, poniendo al oficialismo a optar entre el ajuste y el malestar social.

Desde Balcarce 50 advirtieron que, de ser necesario, volverán a ejecutar -al igual que el año pasado- el veto presidencial para evitar un aumento del gasto público: “No hay ninguna chance de que toquemos el Presupuesto”, aseguraron en diálogo con Infobae desde el entorno del presidente.

La reflotación de la idea del veto tiene que ver con que el oficialismo se espera un revés parlamentario este miércoles, previendo un consenso entre los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Coalición Cívica y el Frente de Izquierda.

Las diferentes vertientes de la oposición menos dialoguista conformaron un temario con buenas posibilidades de conseguir quórum y, aprobación en los temas de mayor calibre. En este sentido, un proyecto incómodo aprobado en Diputados -donde La Libertad Avanza tiene una mayor capacidad de maniobra- configuraría el inicio de una derrota anunciada en el Senado.

Un síntoma de esto es la reacción de antemano del presidente de la Cámara baja, Martín Menem, que buscó limar la legitimidad de las propuestas a través de un post en X: “Proponen una sesión con proyectos de ley que, de aprobarse, tendrían un costo fiscal de más de 12.000 millones de dólares (1.8% PBI). Se esconden una vez más detrás de causas nobles con el solo fin de intentar romper el equilibrio fiscal que tanto nos costó conseguir”.

La narrativa oficialista no se corre un centímetro de su postura original, aunque estimar que las consecuencias de un veto a los ingresos jubilatorios serán idénticas en circunstancias diferentes podría constituir un cálculo arriesgado para el Gobierno.

Es por esto que ya comenzó la campaña para medir cada propuesta en clave del gasto que le representará al fisco, y por ende como una suerte de amenaza al control de la inflación que viene ostentando, más allá del tropiezo de marzo. Entretanto, se le encomendó a Menem la rosca para evitar el quórum, aunque sin previsiones de éxito.

El riesgo de crispar el ánimo social radica en una tolerancia cada vez más tirante de las mayorías, que todavía no llega a las encuestadoras pero que se puede presumir advirtiendo la caída sostenida del consumo, a contramano de las estadísticas oficiales.

Mientras el Gobierno celebra reactivación del consumo, traccionada por transacciones que evidentemente responden a los deciles más pudientes -inmobiliarias o automotrices, por ejemplo- continúa cayendo el consumo de alimentos y bebidas o productos de primera necesidad.

La elección en la Ciudad de Buenos Aires, que a primera vista se interpretó como una victoria contundente del oficialismo, tambíén arrojó una reconfiguración del electorado: de la participación popular que entronizó a Milei en 2023 a una victoria explicada por el corredor norte porteño históricamente macrista, se puede observar una grieta en el respaldo de las clases populares.

Si hay tal cosa como una reactivación de la actividad económica, se demora en llegar a los bolsillos de los trabajadores de la informalidad -y de buena parte de la formalidad-.

En este marco, volver a poner a prueba el ánimo social negandole nuevamente una recomposición de ingresos a los jubilados podría tener un impacto diferente, a cuatro meses de las elecciones legislativas nacionales. Intransigentes, desde el entorno del presidente advierten que "no le tiembla el pulso" y que los poroteos para sostener los vetos le dan positivo.

También vale recordar que el jefe de Estado viene en pleno enfrentamiento con los trabajadores del Hospital Garrahan y al mismo tiempo con Ian Moche, un niño con autismo representante de un sector de personas con discapacidad, ajustado por el Gobierno. No obstante, queda claro que recapitular no forma parte del temperamento de Milei ni de su administración.

Entre los proyectos que impulsan los diferentes espacios de la oposición, la que extiende la moratoria es la que cuenta con menos posibilidades de ser aprobada, pero en general prevén un aumento del 7,2% de jubilaciones y pensiones, además de un ajuste del bono extraordinario, de $70 mil a $105 o 115 mil. El costo estimado por el equipo del minstro Luis Caputo ronda el 1,3% del PBI.

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