
La violencia desatada frente al Congreso de la Nación dejó una estampa sangrienta que reaviva las peores pesadillas del pasado. En una jornada que debió haber sido de protesta pacífica, las fuerzas de seguridad desataron una represión feroz que culminó con 21 heridos, 150 detenidos y una postal de brutalidad institucional que estremece. Entre los heridos, el fotógrafo Pablo Grillo lucha por su vida tras recibir el impacto directo de un cartucho de gas lacrimógeno disparado por la Policía Federal.
En estos momentos, el joven reportero gráfico se encuentra en terapia intensiva con pronóstico reservado. Según informó su padre, Fabián Grillo, los médicos lograron bajar la presión intracraneal y reconstruir parte del tejido dañado, aunque su estado sigue siendo crítico. "Los próximos días serán clave", señalaron los especialistas del Hospital Ramos Mejía. La familia, destrozada por el dolor, clama por justicia mientras denuncia la impunidad con la que actuaron las fuerzas represivas.
El ataque contra Grillo no fue un hecho aislado. En medio de una cacería contra manifestantes y trabajadores de prensa, la Policía Federal cargó sin distinción, dejando un reguero de víctimas. Pero el caso de Grillo es un símbolo del atropello estatal: un profesional de la imagen, con su cámara en mano, atacado brutalmente por hacer su trabajo. La indignación no se hizo esperar.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra) lanzó un comunicado demoledor, denunciando que los reporteros gráficos fueron convertidos en "objetivos a reprimir" por el Ministerio de Seguridad. "Hoy, quien fuera nuestro alumno en aRGra Escuela, Pablo Grillo, ha sido vilmente herido de gravedad por fuerzas de seguridad. No habrá sido porque no advertimos el grado de peligrosidad de Patricia Bullrich", sentenciaron con dureza.
Toda nuestra fuerza para Pablo Grillo y su familia, estamos a su disposición. Protestar o hacer periodismo no puede poner en riesgo la vida.
— SiPreBA - Sindicato de Prensa de Buenos Aires (@sipreba) March 13, 2025
Denunciamos la gravísima represión contra la protesta y la prensa, exigimos que frenen con la cacería y liberen a todas las personas. https://t.co/4xlaPwd3sN pic.twitter.com/oUmAEKdZ7d
La organización exigió la renuncia inmediata de la ministra y la responsabilizó de la escalada represiva. El dolor y la bronca de Fabián Grillo, padre de la víctima, resonaron con fuerza. "Somos una familia de militantes y con orgullo lo decimos. Me enteré de lo que está diciendo la bazofia esa de borracha que tenemos como ministra. Mi hijo estaba trabajando, documentando, y hoy está peleando por su vida por culpa de una política asesina", declaró con el alma desgarrada.
Mientras tanto, la familia de Grillo y organizaciones de derechos humanos convocan a la sociedad a solidarizarse. Se solicita con urgencia donantes de sangre de cualquier grupo y factor, que podrán presentarse el jueves 13 de marzo por la mañana en el Hospital Ramos Mejía. La represión de ayer no solo dejó un saldo de heridos y detenidos, sino también una profunda herida en la democracia.