Por: Juan Pablo Peralta
La administración central de La Libertad Avanza está aprovechando el período estival para hacer foco en varias prioridades que se impone, y algunas que se imponen por sí solas. Una es la agenda internacional, hoy vinculada básicamente al conflicto con el chavismo venezolano. Otra es la necesidad de potenciar la relación con los Estados Unidos de Donald Trump, y la tercera, tratar de sostener -con ventajas- la relación con su principal socio electoral, el PRO, de cara a las elecciones de medio término. El recibimiento que se le dio en Casa Rosada a Edmundo González Urrutia, que sigue reclamando haber ganado las elecciones del 28 de julio pasado, fue el puntal que buscó adelantarse a la reasunción de Nicolás Maduro y a la movilización que convocó su principal opositora, María Corina Machado, quien luego publicó que “las fuerzas represivas del régimen me detuvieron”.
En los pasillos de Balcarce 50 se escuchó decir que “Nahuel Gallo (el gendarme argentino retenido en ese país) sigue detenido y prácticamente desaparecido porque no sabemos dónde está”. El reclamo lo hizo uno de los principales asesores gubernamentales, que a la vez dejó otro comentario: “Nos llama la atención que haya sectores que no se expresen sobre el tema”, apuntando sus cañones al kirchnerismo. La misma fuente señaló, “no veo a (Juan) Grabois resolviendo nada”. En clara alusión al ofrecimiento de intermediación que el dirigente social cristinista y el ex embajador del Frente de Todos, Oscar Laborde, hicieron para intentar participar en las negociaciones por el pedido de liberación del efectivo, que además escaló cuando el líder bolivariano denunció que el uniformado federal, a cargo de Patricia Bullrich, ingresó a territorio caribeño con el objetivo de asesinar a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, algo que por supuesto el Ministerio de Seguridad local salió a desmentir, pese a reconocer que el material audiovisual -que a modo de prueba de vida- difundieron las autoridades venezolanas era real.
Javier Milei, que convocó el sábado pasado a la diáspora venezolana en el país hacia Plaza de Mayo expresó que “la Argentina no será cómplice del silencio frente a las injusticias y los atropellos del régimen de Maduro”, y según el comunicado oficial que emitió Presidencia de la Nación, “subrayó la necesidad de fortalecer la colaboración regional para construir una Latinoamérica próspera y libre del yugo opresor de cualquier tipo de gobierno de dudosa calidad democrática”.
Desde los despachos oficiales hubo una voz que reconoció que “hay un montón de escenarios que no vamos a exponer, y que podríamos considerar, pero que hoy -por ley- no podríamos tener en cuenta”. Algo que el funcionario respondió ante la consulta de PolíticayMedios con respecto a si se estaba llevando adelante algún tipo de contrainteligencia. El dirigente libertario se limitó a comentar que “la familia pidió asignar un abogado mientras se negocia por los canales diplomáticos”.
En otro orden de cosas, desde el Palacio de Hacienda, Luis Caputo continúa esforzándose por poner en agenda noticias positivas en materia económica. En las últimas horas salió a informar que el Gobierno abonó 4.700 millones de dólares a bonistas, y su equipo de comunicación se encargó de hacer circular que eso llevó alivio a los mercados. El primer mandatario celebró la medida: “LA DEUDAS SE PAGAN, VIVA LA LIBERTAD CARAJO”, escribió en su cuenta de X, dejando de lado la caída en las reservas que el cumplimiento de las acreencias que dejó Martín Guzmán-luego de reestructurarlas- produjeran en el BCRA. Vale decir que este desembolso se pudo concretar gracias a un crédito de bancos internacionales (denominado REPO) por valor de u$s 1000 millones, más moneda norteamericana que el Central estuvo adquiriendo en los últimos meses, pero que de todos modos mantienen los fondos de la máxima entidad financiera nacional con saldo negativo, uno de los cambios primordiales que exige en sus metas el FMI, que esta vez no realizó cuestionamientos porque se mantiene en la convicción de respaldar el ajuste del mileísmo, aunque nada de esa clemencia, al menos por ahora, indique la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo con el organismo.
El mandatario argentino confía en que, si el directorio que encabeza la búlgara Kristalina Georgieva no extiende fondos frescos, el Tesoro estadounidense podría aflojar la soga avalando un nuevo préstamo después de la vuelta de Trump a la Casa Blanca con el objetivo de poder eliminar el cepo cambiario. Recordemos que la baja del riesgo país es el otro aliciente en el que los popes económicos oficialistas depositan sus esperanzas para que se empiecen a materializar inversiones reales que generen empleo genuino; incrementen el consumo y agiten la actividad.
“Sería delirante que vayamos al Congreso con un esquema de acuerdo con el Fondo, que finalmente nos permita salir del embrollo en el que nos metieron -tanto el Peronismo como Cambiemos- con el FMI, porque los dos acordaron con el Fondo, y que no lo voten”, manifestó un alto colaborador ministerial, que hizo un esfuerzo por diferenciar esta gestión con la del macrismo, al aludir que cuando se endeudó al Estado “el ministro de Economía era Nicolás Dujovne, Toto era secretario de Finanzas”, se atajó el funcionario, que agregó: “De hecho, Caputo es el que se peleó con el Fondo porque querían manejar el mercado de cambio”, aseguró, aunque muchos ex economistas que estuvieron por esos años en el quinto piso de Hacienda niegan la versión.
Entrando en el plano de los apoyos -o no- que LLA pueda llegar a tener en el Parlamento, sea en sesiones extraordinarias u ordinarias -y no sólo en el plano de la eliminación de las PASO y la financiación de los partidos políticos, Casa de Gobierno infiere -en base a los números que tiene en materia de las encuestas que maneja- una determinante superioridad por sobre las demás fuerzas, incluyendo Propuesta Republicana. Esa lógica llevó a uno de los más altos asesores de los hermanos Milei a afirmar que si Mauricio Macri se presentara a candidato saldría tercero y que por eso le conviene ir en alianza con ellos para obtener las tres senadurías que se disputan en la CABA.
No es menos cierto que el titular de la bancada amarilla, Cristian Rotondo (ahora fuera de escena debido a las denuncias por supuestos bienes sin declarar en el exterior), y el diputado Diego Santilli, vean esa apertura más viable que el expresidente, que más allá de las divergencias, deja abierta la puerta a esa potencial dosis acuerdista, pero a la que el “triángulo de hierro” le adelantó que debe ser “sin ningún tipo de condicionamientos a las políticas de Javier Milei”. En ese tren negociador con los libertarios aparecen los legisladores Ana Clara Romero, Silvia Lospennato, Hernán Lacunza y Soledad Martínez. Hasta ahora la respuesta oficial fue que por el momento no hay una convergencia para desarrollar comisiones de tinte electoral “porque aún falta mucho”. Lo que sí dejó en claro el jefe de Gabinete Guillermo Francos, es que el temario de las extraordinarias -que deben confirmarse mediante decreto presidencial- podría contener, adicionalmente a la reforma política, el proyecto de juicio en ausencia, reiterancia, la modificada iniciativa de Ficha Limpia, y tal vez, la privatización de Aerolíneas Argentinas. Temas que comenzarán a tantearse con parlamentarios dialoguistas en los próximos días.