
La crisis multiorgánica que atraviesa el oficialismo tiene entre sus focos de infección más severos la Cámara de Diputados de la Nación. La Libertad Avanza no logra apagar el fuego desde la visita en la cárcel a Alfredo Astiz y otros represores condenados por delitos de lesa humanidad, y este miércoles estalló un nuevo escándalo.
El sopapo que le propinó la oposición rechazando en sesión especial el decreto que otorgaba a la SIDE 100.000 millones de pesos extra en conceptos de fondos reservados comenzó a teñir de negro una jornada que, con el correr de las horas, quedaría para el olvido en la bitácora del partido de Gobierno.
Con el correr de las horas, al fastidio por la audaz movida de la oposición -en la cual incluso colaboró el PRO con el quórum- escalaría hasta una denuncia de violencia de género de la diputada Lourdes Arrieta contra su par, Nicolás Mayoraz, consecuencia de un intenso cruce en una reunión de bloque orquestada para imponerle ciertos límites a las diputadas que vienen ocasionando problemas.
Es que la bronca por el decreto caído en la sesión se vino a sumar a la que se venía acumulando a raíz del desentendimiento de la mendocina y de Rocío Bonacci de la visita al penal, que incluyó acusaciones de engaño y señalamiento de responsables en su propio bloque.
Arrieta había apuntado directamente contra el presidente de la Cámara, Martín Menem, este martes en el marco de la reunión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos, advirtiendo: “Si tienen que pedir algunas explicaciones, deberían comenzar con quienes lo organizaron, con quienes brindaron las herramientas para que esta visita se lleve a cabo o aquellos que perseguían otros fines que no se nos comunicaron”.
Luego de que el día de ayer la oposición lograra voltear el decreto que financiaba la SIDE con multimillonarios fondos extraordinarios mientras 'no hay plata' para ninguna otra área, se organizó una reunión de bloque en el Salón Blanco de la cámara baja.
El objetivo era disciplinar a las diputadas que venían ocasionando escándalos, y el presidente del bloque, Gabriel Bornoroni, se encargó de dejar fuera del despacho a los asesores, que desde el exterior esperaban expectantes el resultado de la reunión.
Sin embargo, con el correr de los minutos comenzaron a oírse gritos de Arrieta y Bonacci, y la diputada Marcela Pagano terminó saliendo a solicitar la intervención de asesores y hasta familiares en la situación. Allí es donde se habría visto a Mayoraz dirigiéndose de manera virulenta a la mendocina, que luego lo denunció en sede judicial por violencia de género.
En ese contexto, algunos de los presentes solicitaron la intervención de la Seguridad del Congreso para retirar, entre otros, al padre de Bonacci y al abogado de Arrieta, Yamil Castro Bianchi.
Desde el entorno de Menem, se apunta contra el mencionado trinomio de legisladoras por la crisis que atraviesa La Libertad Avanza tras la escandalosa visita a genocidas, y fuentes cercanas afirmaron que se maneja la posibilidad de iniciarles un juicio sumario. También se las acusa de coordinar con legisladores de la oposición sus movimientos, en una espiral de desconfianza que coquetea con un punto de no retorno.
Hablo Lilia Lemoine después de los sillazos en la reunión de diputados de LLA.
— mauro (@MauroFdz) August 21, 2024
Dijo que "la chica del patito en la cabeza está desequilibrada mentalmente" en referencia a Lourdes Arrieta, la diputada que participo de la visita a genocidas. pic.twitter.com/YxuGv78S3j
Aseguran que la mendocina miente al responsabilizar al riojano presidente de la cámara por la visita de la discordia y que mantuvo reuniones con el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, y con su par del mismo partido, Cecilia Moreau.
En medio del alboroto, la diputada Lorena Villaverde pidió la expulsión de Arrieta, pero Bornoroni, presidente del bloque, solicitó apaciguar los ánimos en la bancada. De todas maneras la remoción de la diputada reconocida por usar un patito en la cabeza durante una sesión se encuentra en evaluación.
Concluida la escandalosa situación, Lilia Lemoine ofició, como de costumbre, de vocera ante los medios. Pero lejos de calmar las aguas, pareció intentar atenuar el fuego con combustible: “Lo que vi hoy fue un escándalo de una chica que está desequilibrada mentalmente, la chica del patito en la cabeza, Arrieta. Lo sospechábamos”.
Además, abonó teorías conspirativas al poner de relieve que “su abogado no casualmente es el mismo abogado que armó la causa de (Gerardo) Milman, del atentado contra Cristina”, y no dudó en sentenciar: “Está aprovechándose de una chica que no tiene los patitos en fila”.