
Fondos de la side en la mira
La oposición de la Cámara de Diputados no pudo reunir mayoría para sesionar el jueves y tratar el DNU que aumentó en 100 mil millones de pesos los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), porque un sector de la UCR, cercano a Martín Lousteau, decidió demorar una semana más la sesión para negociar cargos en la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia.
Justamente, el senador radical está interesado en presidir la comisión y recién lo sabrá el martes, cuando se conforme por la tarde. El Gobierno prefiere al senador entrerriano Edgardo Kueider, de Unidad Federal, mientras que el PRO no se rinde e insiste con Martín Goerling Lara, también de la Cámara alta. La definición debería llegar en la reunión para conformar la comisión.
La sesión para tratar el DNU fue impulsada por Encuentro Federal, el bloque coordinado por Miguel Pichetto. Nicolás Massot es el más interesado, enfrentado al Gobierno. Lo acompaña la Coalición Cívica y siete radicales, liderados por Facundo Manes.
Universidades, adentro
Martín Menem no logró evitar que la Cámara de Diputados trate y apruebe el proyecto de la UCR para aumentar el presupuesto universitario, ya sea para gastos administrativos como para salarios, La iniciativa tuvo apoyo de toda la oposición, a excepción del PRO, que se alió al oficialismo en la resistencia.
Ambas fuerzas aceptaron tratar el proyecto para que el radicalismo ayude a dar quórum en la sesión, que tenía otros temas de interés para el Gobierno, como acuerdos internacionales y la modificación del registro de datos genéticos para delitos sexuales.
El proyecto tiene número para ser sancionado en el Senado y Milei sólo puede frenarlo si abre la paritaria para los docentes universitarios, que se negó a habilitar en agosto. Si se sanciona, quedará obligado a aumentar los sueldos junto a la inflación, con un pago retroactivo a enero.
Villarruel ganó una semana
La vicepresidenta Victoria Villarruel se negó a citar a sesión el último jueves para tratar la reforma previsional aprobada por la oposición en Diputados, para evitar una foto de derrota, como tuvo con el DNU 70/23, rechazado solamente en la Cámara alta. El Gobierno acepta la suba del 8.1% de los haberes previsionales, pero no retroactivo a abril.
Pero propone eliminar tres artículos del proyecto: el que incorpora un aumento anual ajustado a la suba de salarios (un 50% de la variación real), el piso mínimo de las jubilaciones atado a la canasta básica (1,09%) y la asistencia a las cajas previsionales de las provincias.
El dictamen oficialista, con estos cambios, tuvo respaldo de un sector de la UCR, pero se desmarcan tres miembros: Martín Lousteau, Pablo Blanco y Maximiliano Abad. Con el bloque de Santa Cruz, este trío y UP alcanzan para sancionar el proyecto de Diputados. Villarruel prefiere negociar un poco más para no perder.
Lijo, a la hoguera
El juez federal Ariel Lijo se presentará el miércoles en el Senado para defender una pliego como candidato a juez de la Corte Suprema, donde tiene el rechazo de buena parte de la corporación judicial, que empujó la mayoría de las impugnaciones que recibió el magistrado. Lo acusan de no cerrar causas para privilegiar intereses, de enriquecimiento ilícito y de favorecer a Gildo Insfrán, el gobernador de Formosa, girando a esa provincia la causa sobre la empresa pantalla que habría comprado la imprenta Ciccone Calcográfica.
El magistrado confía en el apoyo de Unión por la Patria, donde los gobernadores y el kirchnerismo no hablaron en contra de su candidatura, pero tampoco salieron a respaldarla. Esperarán a escucharlo en la audiencia para pronunciarse. No hay plazos para dictaminar, por lo que el debate interno en las fuerzas puede prolongarse mucho tiempo.
La agenda de Macri, a la espera
Mauricio Macri no logra hacer pie en el Congreso: la agenda que impulsan sus diputados, liderados por Cristian Ritondo, sigue en debates semanales pero está lejos de conseguir dictámenes y llegar al recinto. Los temas principales son ficha limpia (que prohíbe candidaturas a condenados por corrupción) y la facilidad para el voto a residentes en el exterior del país. Ningún tema avanza, como tampoco la baja de imputabilidad, una propuesta que el Gobierno comparte con el PRO.
La Libertad Avanza habilita los debates pero no los empuja y espera los consensos que consiga el PRO, que no tiene vínculos con otras fuerzas y por lo tanto está lejos de alcanzar los dictámenes por las suyas. Mientras tanto, el macrismo ayuda al Gobierno con sus temas en las sesiones: fue la única fuerza opositora que no apoyó el proyecto para subir el presupuesto universitario.