
El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, asumió este lunes su segundo mandato al frente del distrito en un particular contexto político donde la conducción nacional se encuentra en las antípodas ideológicas y con la advertencia de que “nuestro mandato es defender lo que conseguimos y seguir trabajando por lo que falta”.
Fue en la Legislatura bonaerense, con la presencia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner; la vicegobernadora Verónica Magario; los integrantes del gabinete; diputados y senadores; intendentes; y representantes gremiales, donde enfatizó que se trata de una provincia “con una identidad forjada por la producción y el trabajo; cuna de las pymes, los productores agropecuarios y la industria nacional”.
Ante una multitud de militantes y simpatizantes, el mandatario provincial afirmó que “este nuevo comienzo es posible gracias al acompañamiento y al respaldo del pueblo de la provincia de Buenos Aires” y enfatizó: “Nuestro agradecimiento es muy grande porque hemos alcanzado la reelección en circunstancias de un extendido malestar social”.
En esa misma línea, Kicillof evaluó que “las y los bonaerenses valoraron lo que realizamos en condiciones muy complejas, pero, sobre todo, votaron continuar con la transformación de la provincia”, apuntando que “pese a todas las dificultades, los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, de educación, de salud, de infraestructura, no se consigue ni con motosierra ni con ajuste”.
No obstante, al respecto aclaró que “nada de esto puede conseguirse sin recursos: la provincia de Buenos Aires es la que, proporcionalmente, menos recursos recibe de la coparticipación”, precisó que “esta situación constituye una enorme injusticia, ya que aportamos casi el 40% y recibimos poco más del 20%”, y afirmó: “Lo que nos toca como generación de dirigentes bonaerenses es recuperar los recursos que le fueron quitados a nuestra provincia”.
Sobre el cambio de presidente, el mandatario remarcó: “No soy el gobernador de una fuerza provincial ni de una isla; soy el gobernador de casi el 40% de los argentinos, cuya calidad de vida depende en mucho de lo que haga o deje de hacer el gobierno nacional”.
Para terminar con el agradecimiento por habernos acompañado en estos cuatro años me permito parafrasear lo que se dice hoy: ¡Viva la justicia social, carajo! pic.twitter.com/CHvpebNIjI
— Axel Kicillof (@Kicillofok) December 12, 2023
Sobre el contraste con La Libertad Avanza, reconoció que “la sociedad argentina eligió un nuevo presidente, Javier Milei, cuyas ideas y propuestas no compartimos, pero en democracia solo el pueblo es el que manda: corresponde respetar la esperanza de millones de argentinos que lo eligieron a la espera de un tiempo mejor”.
De la misma manera, pidió “que se respete también la voluntad de la mayoría de los bonaerenses, quienes respaldaron masivamente un proyecto de desarrollo, inclusión y defensa de los derechos”. Además, recalcó que “durante estos cuatro años, el Estado no desplazó al mercado, sino que se hizo responsable de aquellas necesidades que sin Estado no tienen respuestas”.
En ese marco, detalló la inauguración de 206 escuelas; la distribución de 170 mil computadoras a estudiantes secundarios; la aplicación de 45 millones de vacunas contra el Covid-19; la apertura de 156 Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS); la puesta en funcionamiento de 301 ambulancias; la incorporación de 4.500 patrulleros; y haber alcanzado 8 millones de usuarios de Cuenta DNI, entre otros hitos.
Por otro lado, Kicillof recordó que “durante la campaña escuchamos declaraciones muy inquietantes para la vida democrática, por eso celebro algunos gestos pacificadores que tuvo estos últimos días el nuevo presidente”. “Los discursos de odio conducen a la violencia y a la persecución: a 40 años de democracia, sigamos eligiendo debatir y resolver nuestros desacuerdos en paz”, esgrimió.
Sobre el final resaltó que “los 12 años maravillosos que vivimos con Néstor y Cristina no deben ser fuente de nostalgia o melancolía, deben ser convertidos en un manual sobre cómo gobernar con coraje y amor a la patria, en favor de las mayorías”, y llamó a “remarcar algunas de nuestras convicciones más profundas: la dignidad no es un negocio; los derechos no se miden por las ganancias económicas; la solidaridad no es un cálculo; la libertad solo es posible si hay igualdad; la vida no es un mercado y la patria no se vende”.
Por último, concluyó: “Ahora que ya demostramos para qué llegamos, lo importante es mostrar para qué seguir: para seguir transformando, para seguir trabajando por el derecho al futuro de todos los bonaerenses”.