
La industria manufacturera pyme mostró una desaceleración en junio de 2023, cayendo un 0,6% en comparación con el mismo mes del año pasado y un 0,9% en relación con el mes anterior, según arrojó un estudio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“Este descenso da continuidad a una tendencia que comenzó en diciembre último, pero la industria aun así pudo cerrar el primer semestre del año con un crecimiento de 1,2% en comparación con igual periodo del año pasado”, expresó la entidad en un comunicado.
Según expusieron, los aumentos de precios en junio fueron más moderados que en meses anteriores, pero las industrias pymes comenzaron a notar una cierta desaceleración en los pedidos de producción.
La baja en la demanda fue atribuida a que el poder de compra del ingreso personal se ha debilitado, lo que significa que los consumidores tienen menos dinero para gastar.
También pusieron de relieve un fenómeno que viene ocurriendo en algunas ramas industriales: “La sobreacumulación de stocks de insumos por temor a que su desabastecimiento genere gastos extraordinarios además de costos logísticos”.
Como consecuencia, se observa “no sólo una menor liquidez financiera, sino una postergación de inversiones en maquinarias o reparaciones, que posibilitarían aumentar su capacidad de producción y la oferta del mercado”.
Los datos se desprenden del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, sobre una muestra de 404 industrias pyme a nivel federal.
La mejor performance en junio volvió a estar en “Alimentos y Bebidas”, con un crecimiento anual de 5,3% en su producción, a precios constantes. La peor, ocurrió en “Papel e Impresiones”, con una caída interanual de 23,3% anual.
Además de subir 5,3% anual en junio a precios reales, la producción de bienes alimenticios acumula un aumento de 5,4% en el primer semestre del año (frente a igual periodo de 2022).
En la comparación mensual, se mantuvo sin cambios. Las industrias trabajaron con 72,9% de su capacidad instalada, 1,3 puntos por debajo de mayo (74,2%).
Los empresarios advirtieron sobre la inflación descontrolada en productos como el azúcar, que en algunos casos se recibieron con incrementos mayores al 100%. Se reportaron además problemas para conseguir café crudo, enlatados, harinas y envases plásticos para packaging.
En el rubro de Indumentaria y textil, se registró un crecimiento del 4,6% anual, a precios reales, y suma un aumento de 1,3% en el primer semestre del año (frente a igual periodo de 2022). Frente al mes pasado, también tuvo una suba de 4,9%. Las industrias trabajaron en junio con 75,2% de su capacidad instalada, niveles que aún permitirían continuar incrementando la producción si no fuera por las dificultades para conseguir talleristas.
Las empresas de temporada alta trabajaron muy bien, traccionadas por el Día del Padre y niveles de demanda que se mantienen firmes al estar restringida la importación de estos productos terminados.
En lo que refiere a la fabricación de Maderas y Muebles, se registró un incremento interanual 3,4% anual en junio, a precios reales, y acumula un incremento de 2,6% en el primer semestre del 2023 (siempre frente al mismo periodo del año pasado). En la comparación mensual, subió 1,9%.
Las industrias se desenvolvieron con 75,3% de sus instalaciones, levemente por encima de mayo (75%). En general, las empresas consultadas reportaron buenos niveles de actividad, pero con altibajos y eso provoca incertidumbre sobre qué sucederá en los próximos meses.
Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte: La producción se retrajo 1,3% anual en junio, siempre a precios reales, pero igualmente lleva un aumento de 0,7% en el primer semestre (medido contra el primer semestre de 2022). En la comparación mensual, se redujo 0,1%. Las industrias trabajaron en junio con 70,5% de su capacidad instalada, un 0,8 punto porcentual por debajo de mayo (71,3%).
El sector sigue muy complicado por la falta de insumos, las trabas a las importaciones y las dificultades para conseguir partes o pieza de maquinarias que deben ser repuestas. Además, reportan mucha inestabilidad en los pedidos de producción, pasando de una semana en cero a otra muy activa. “Hay empresas que aseguran que podrían estar vendiendo el doble si tuvieran provisión normal de insumos”, afirman.
En el rubro de productos químicos y plásticos la elaboración cayó 3,1% anual en junio, a precios reales, pero acumula una suba de 1,9% en el primer semestre del 2023 (frente a igual periodo del pasado año).
En el contraste mensual tuvo una profunda retracción, de 6,1%. Las industrias se desempeñaron con 68,1% de su capacidad instalada, casi 2 puntos menos que en mayo (70%).
Una vez más, la baja en la producción estuvo muy vinculada a la falta de insumos, pero en la caída del uso de instalaciones incidió que el sector viene realizando inversiones e incorporando nuevas maquinarias que elevaron la capacidad de producción.
Papel, cartón, edición e impresión: el rubro fue el gran responsable del saldo interanual negativo de junio. La producción tuvo un declive anual de 23,3%, a precios reales, y de 10,1% mensual.
De esa forma, en el primer semestre del año acumula una baja de 13,4% (frente a igual periodo de 2022). Las industrias trabajaron en junio con 80,5% de su capacidad instalada, un nivel alto, pero 2 puntos menor a mayo.
La caída tan profunda en esta rama industrial se explica mucho por los faltantes de materia prima. Hay empresas que hasta redujeron las jornadas de trabajo de sus empleados por no tener insumos o rechazaron nuevos pedidos porque no pueden cotizar precios.
Pero más allá de la coyuntura, este sector viene demorado en cuanto a inversiones, y eso repercute en la productividad, explicando además por qué trabajando con altos niveles de capacidad instalada caen tanto los niveles de producción.