Cómo fue que una elección municipal exhibió la fractura de JxC, a 20 días de las primarias  - Política y Medios
05-07-2025 - Edición Nº6364

LA INTERNA, DESDE ADENTRO

Cómo fue que una elección municipal exhibió la fractura de JxC, a 20 días de las primarias 

Rodrigo De Loredo creyó que lo había logrado: reunió a todos los referentes de JxC en Córdoba para festejar una victoria en las elecciones municipales que no fue. 

Rodrigo De Loredo creyó que lo había logrado: reunió a todos los referentes de JxC en Córdoba para festejar una victoria en las elecciones municipales que no fue. 

El radical, que en el ecosistema de su partido responde a Evolución (la línea interna de Martín Loustau), tenía en su poder encuestas que lo daban ganador por hasta 6 puntos y jugó a rematar la historia con las figuras nacionales. 

Invitó a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta; y hasta hizo un video con Mauricio Macri, todavía aceptado entre los cordobeses. Sólo no pudo convencer a Luis Juez de subir al escenario, molesto por el intento de Larreta de acordar con el gobernador Juan Schiaretti, previo a la elección provincial que el senador perdió con Martín Llaryora. 

Este domingo, Llaryora festejó por partida doble con el triunfo de Daniel Passerini y la derrota de De Loredo. "Que no vengan pitiquitos de Recoleta", dijo, sin hacer diferencias de ninguno de los que habían juntado para ponerle la cara a la derrota radical.

Larreta y Bullrich ni se hablaron. El jefe de Gobierno viajó en su avión privado, junto a los radicales Martín Lousteau y Emiliano Yocobitti; mientras que la exministra se movió en vuelos de línea y reservó hoteles para los festejos que no fueron. Dejó las habitaciones vacías y volvió antes. 

Para ella, el de De Loredo era un triunfo doble, porque podía mostrar que acordar con Schiaretti es un error. Por la misma razón también le puso la cara a Juez cuando perdió por lo mínimo contra Llaryora. 

Además, hubiera podido reivindicarse del mal trago de Sante Fe, donde ante la derrota de Carolina Losada ni siquiera se animó a dar la cara y se escondió detrás de las cortinas del bunker. Después nadie la vio volver a Buenos Aires esa noche, por tierra. 

Larreta tenía que estar, porque De Loredo es aliado de Lousteau, su principal socio en la interna de JxC, y también uno de los impulsores del acuerdo con Schiaretti que no llegó a materializarse. 

La interna del PRO fue la prioridad en una elección municipal y por eso nadie se percató de que la postal de la derrota es cuanto menos una mala estrategia de marketing a sólo tres semanas de las primarias. Es la única imagen en que todos los referentes de JxC están unidos, pero para perder.

Los precandidatos presidenciales ni se hablaron en Córdoba. Están peleados a muerte: no se perdonan las chanzas que se vienen tirando desde hace un año, que en la última semana se acrecentaron. 

Curiosamente, esta vez fue Bullrich la que, a través de un comunicado, pidió jugar limpio, luego que el diputado Juan López, de la Coalición Cívica, anticipara un 2021 si la exministra llega a la Casa Rosada. Prefirió no responder, como acostumbra, convencida de que está arriba en las encuestas y no le conviene arriesgar.

Los números son otro motivo de disputa. Muchos intendentes aseguran que si se miden con los presidenciables, bajan en la consideración de la gente y arriesgan sus reelecciones. Ninguno les asegura llegar a los 40 puntos necesarios para ganar y hasta empezaron a alejarlos de sus campañas.

Larreta no consigue muchos dirigentes locales que lo acompañen, pese a que todos le prometen ayudarlo el día de la elección, a cambio de financiamiento. Bullrich arma mini actos con grupos de 50 personas, filmados con cámara a media altura para simular una multitud. Así de fría está la campaña.  

A los empresarios del círculo rojo, esos que financian las campañas, la interna empezó a molestarlos: se preguntan si, acaso, después de agosto podrán reunirse a juntar mayorías para armar un gobierno. Ninguno exhibe equipos de asesores numerosos y se cruzan porque tienen planes muy diferentes.

Por caso, Larreta cree que salir del cepo después de estabilizar la economía, pero Bullrich promete hacerlo rápido, con un préstamo externo para aumentar las reservas, muy similar al proceso de Mauricio Macri en 2016.  ¿Quién pierda apoyará el proyecto de quien gane? No parece fácil, proque ni hablan. Sólo ser vieron en Córdoba. Y para acompañar a un derrotado. 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscribite a nuestro boletín de noticias