
Por: Patricio Ballesteros Ledesma
Mientras el Gobierno nacional continúa enfrentando una virtual corrida cambiaria, con los dólares financieros en valores récord y una tendencia alcista que presiona a una drástica devaluación del peso, la performance del comercio exterior confirma buenas y malas noticias.
Desde la esfera oficial anuncian que se vienen más medidas económicas, incluso se insiste con el ingreso del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, a las filas del gabinete nacional para intentar calmar al mercado, sin embargo nada parece ser suficiente para contener los embates.
Desde el Gobierno y la oposición hay sospechas de que la renuncia del exministro Martín Guzmán mucho tuvo que ver con esta realidad, más allá que su salida intempestiva la aceleró y agudizó. Su plan tenía los días contados y, antes de enfrentar la encrucijada que se venía, prefirió abandonar el barco antes que se hunda.
Además, hay 600.000 toneladas de granos que no arribaron a los centros de comercialización, porque los productores las retienen con el objetivo de lograr un mejor precio aunque eso contribuye a la inflación interna.
Y millones de toneladas de soja de la actual cosecha permanecen en silobolsas y centros de acopio y no se venden a las agroexportadoras, las que implican a precios de mercado más de US$14.000 millones que aún no fueron liquidados.
Con estos antecedentes, este miércoles la AFIP y el Ministerio de Agricultura nacional dispusieron una medida conjunta por la que los productores deberán informar dos veces al año su stock de granos, con el objetivo de mejorar la información disponible en las bases de datos y optimizar los procesos de fiscalización.
Este miércoles, desde el INDEC se informó que las exportaciones del primer semestre llegaron al mayor valor en una década, pero ese hito no es suficiente para compensar el monto de las compras al exterior, que con la cifra de junio cerrada también muestra un récord de importaciones en la primera mitad del año.
Las ventas al exterior de bienes en junio crecieron en todos los grandes rubros y totalizaron US$8.432 millones, con un crecimiento interanual de 20,3%, consolidando los altos niveles registrados en los primeros meses de 2022.
El valor exportado el mes pasado representa el mayor registro histórico y, por primera vez, las exportaciones argentinas se mantuvieron por encima de los US$8.000 millones durante tres meses consecutivos (abril, mayo y junio).
Se destacaron los envíos de MOA, que continúan en máximos históricos y también las MOI, que en junio alcanzaron el mayor nivel para ese mes desde el año 2013 y las mayores cantidades desde 2014, con un aumento interanual de 17,8% en relación a junio del año pasado.
Por otro lado, se registró un fuerte aumento de las exportaciones de combustibles y energía (93%), impulsado principalmente por el alza del 70% de los precios y, en menor medida, por un crecimiento de las cantidades (12%).
Sin embargo, la destacada tendencia alcista en los envíos al exterior no puede ser vista como un logro en sí mismo, cuando se observa que las importaciones del país en junio más que duplicaron el porcentaje de aumento de las exportaciones en el mismo mes.
El consolidado superávit comercial, en el que mes tras mes crece el ingreso de dólares en mayor medida que su salida, se interrumpió en junio último y puso en alerta al Banco Central y a todos los miembros del Gabinete nacional involucrados en mantener un equilibrio.
Además de la reunión con el Presidente Alberto Fernández de anoche, todos los funcionarios que acompañaron a la ministra de Economía Silvina Batakis cuando dio el último discurso (Pesce, Scioli, Domínguez, Marcó del Pont y Lammens), mantienen contactos a diario con sus equipos para buscar alternativas frente a un escenario volátil y, desde la mirada de muchos, desestabilizante.
Articular es clave y por eso se convocó para hoy a la reunión del Gabinete económico. Pero como medida previa, desde el BCRA se adelantó que los turistas extranjeros podrán cambiar sus dólares al valor del MEP, como una forma de moderar la incidencia de esas operaciones en la disparada del blue.
El mes pasado salieron más dólares de los que entraron, y eso se debe parar. Los optimistas observan que si bien el saldo comercial de junio fue deficitario en US$115 millones, tras lograr casi un año y medio de superávit, la balanza comercial del primer semestre de 2022 es superavitaria en US$3.093 millones.
Sin embargo, este cambio de tendencia preocupa, y esa diferencia positiva en lo que va del año no es suficiente para enfrentar la creciente presión sobre el tipo de cambio oficial (ayer el dólar blue superó los $317, el MEP $ 303 y el CCL $313), ni la urgente necesidad de aumentar las reservas para alcanzar el nivel comprometido en el acuerdo firmando con el FMI.
Las importaciones de junio sumaron un total de US$8.547 millones, con un crecimiento interanual del 44,6%, resultado de un mayor incremento de los precios (26,4%) que de las cantidades (14,6%).
Los valores importados representan un nuevo máximo histórico explicado, sobre todo, por el incremento en los precios de combustibles y lubricantes. El incremento de las compras externas de este rubro económico adicionó US$1.192 millones al total importado durante el mes de junio, lo que explica 45% del aumento de las importaciones.
Las importaciones de combustibles y lubricantes fueron las que más crecieron, casi triplicaron el valor de junio de 2021, al pasar de US$761 millones a los US$1.953 millones en un año. El incremento de los precios fue de 119%, nivel máximo en términos históricos, y de casi 20% en cantidades.
Las importaciones de bienes intermedios también tuvieron un fuerte incremento en los precios (25%) y sumaron US$645 millones adicionales en relación al mismo mes del año pasado.
Entre ellos, se encuentran distintos abonos y fertilizantes, que más que duplicaron sus valores. Estos, junto a los combustibles y lubricantes, explicaron el 70% del aumento total de las importaciones de junio.
Las compras de bienes de capital también crecieron (30%), con una suba significativa en cantidades (26%), al igual que sus partes y piezas, que se incrementaron 23% en cantidades, lo que refleja el dinamismo de la inversión durante 2022, uno de los motores del crecimiento económico.
El primer semestre de 2022 lleva acumulados US$44.377 millones en exportaciones, lo que representa un nivel récord para ese período. Las ventas al exterior crecieron 25,5% con respecto a enero-junio de 2021 y superaron en 12% el récord previo del primer semestre de 2011.
Los principales mercados de exportación en los primeros seis meses del año fueron Brasil (13,1%), Estados Unidos (7,7%), China (6,4%), India (6,1%) y Chile (5,9%).
En igual período, las importaciones totalizaron US$41.284 millones, conformando el valor histórico más alto para un primer semestre. Crecieron 44,4%, impulsadas por mayores cantidades y precios en máximos históricos de Combustibles y lubricantes, por las subas en los precios de Bienes intermedios y por las cantidades de Bienes de capital y sus partes.
Los principales países de origen de las importaciones durante los primeros seis meses del año fueron China (21%), Brasil (19,3%), Estados Unidos (12,6%), Alemania (3,4%) y Paraguay (2,9%).
El objetivo declaro por el Gobierno, y explicitado por el canciller Santiago Cafiero en más de una oportunidad, de llegar a los US$100.000 millones lo antes posible no se alcanzará este año, pero la crisis interna y externa demandan mucho más que eso.