
Guillermo Moreno fue condenado este martes a dos años de prisión en suspenso y a 6 meses de inhabilitación para ocupar cargos públicos, tras ser encontrado culpable de amenazas coactivas.
El hecho se remonta al año 2010, cuando el entonces secretario de Comercio asistió a una asamblea de Papel Prensa con un casco y guantes de boxeo que ofreció a los miembros del directorio de la firma.
El Tribunal Oral Federal (TOF) N°8 fue el que adoptó la decisión, con el voto positivo a la condena de los magistrados Nicolás Toselli y Sabrina Namer, mientras que la jueza Gabriela López Iñiguez optó por la absolución del dirigente peronista.
El próximo 12 de julio el tribunal dará a conocer los fundamentos de la sentencia, tras lo cual la defensa de Moreno podrá presentar apelaciones para que sea revisado por la Cámara Federal de Casación Penal.
El proceso judicial investiga la responsabilidad del ex precandidato a presidente en una peculiar situación de la cual fue protagonista el 2 de agosto de 2010, cuando llevó los elementos de boxeo a una asamblea de Papel Prensa y dio a elegir: “¿Casco o guante? ¿qué quieren? Hay que elegir porque el juez la última vez dijo que nos teníamos que portar bien”.
Recientemente, en una entrevista del ciclo El Método Rebord, el ex secretario de Comercio narró el hecho como una anécdota y recordó: “Cuando entro con la bolsa con los cascos y los guantes, los míos se empiezan a reír”.
En esa línea, precisó que lo que el magistrado que intervenía entre las partes había pedido, a modo de metáfora, “que no haya heridos”. En este contexto, siguiendo con la analogía, Moreno llevó guantes y cascos y los puso a disposición.
“El veedor judicial se reía. ¿Cómo ganás una asamblea donde está Héctor Magnetto?”, cuestionó retóricamente.
En tanto, el juicio tuvo comienzo en abril, y en la etapa de los alegatos el fiscal Marcelo Colombo había pedido que fuera condenado a 2 años y 4 meses de prisión, mientras que el abogado defensor, Alejandro Rúa, había solicitada la absolución, alegando que los dichos de su defendido no podían ser considerados amenazas y que no tuvieron ningún efecto.
Moreno fue juzgado por presunta “perturbación al ejercicio de funciones públicas” y “amenazas”. Durante el juicio, la parte querellante afirmó que el ex funcionario había advertido que las diferencias se iban a dirimir “por la razón o por la fuerza”.