
La fórmula Abel Furlán-Naldo Brunelli conducirá los destinos de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) durante los próximos cuatro años, luego que el histórico secretario general nacional, Antonio Caló, no lograra conformar una lista de unidad y diera un paso al costado en los comicios de renovación de cargos del gremio.
Caló, ex titular de la poderosa seccional porteña del sindicato y actual secretario de Interior del consejo directivo de la CGT elegido en noviembre último, no pudo renovar su mandato ante la embestida de varias seccionales opositoras.
El histórico dirigente metalúrgico procuraba renovar su cargo hasta 2026 con Brunelli como adjunto, pero debió resignar su pretensión en manos de Furlán, ex diputado nacional del Frente para la Victoria de Zárate-Campana, quien será acompañado por aquel dirigente.
Desde los distritos del norte bonaerense, el líder sindical de estrecho vínculo con el ala kirchnerista del oficialismo comenzó a tejer alianzas con diferentes seccionales de la UOM de gran influencia, ante el malestar latente que crecía contra Caló.
Desde el gremio trascendió que en muchos distritos no se encontraban conformes con la dirigencia por la postura frente al Gobierno en las negociaciones, que entendían demasiado dócil. En esa misma línea, las expectativas en el sindicato son de un futuro más combativo en lo que refiere a los acuerdos salariales, a pesar de tratarse de un hombre de pasado reciente en las filas parlamentarias del peronismo.
El dirigente saliente, por su parte, había mantenido una posición cercana al presidente de la Nación, Alberto Fernández, desde su asunción, y ahora las expectativas se posan sobre su futuro como funcionario de la CGT, al haber quedado desplazado en su propio gremio.
Recientemente, por ejemplo, Adrián Pérez -de 49 años- se había impuesto luego por algo más de 200 votos al histórico dirigente Francisco Gutiérrez, quien condujo la seccional Quilmes-Berazategui-Florencio Varela durante 38 años.