La Justicia, en medio de los disensos políticos: fisuras discursivas y el desenfoco real - Política y Medios
28-03-2024 - Edición Nº5900

CLASES PRESENCIALES EN DISPUTA

La Justicia, en medio de los disensos políticos: fisuras discursivas y el desenfoco real

Luego de los anuncios del presidente Alberto Fernández, Rodríguez Larreta presentó un recurso cautelar para sostener la presencialidad escolar tras la muerte de un alumno porteño con COVID-19. Tras él, Jorge Macri se acopló y un colegio platense se manifestó en rebeldía.

El contexto mundial destado por la segunda ola de COVID-19 es desesperante y sumamente particular: el virus llegó para quedarse y transformar hasta la última costumbre y descuido cotidiano que puede, incluso, poner en riesgo la vida de nuestros seres queridos. Sin embargo, la política parece no abandonar la polarización que viene sucediendo desde hace años. En el medio no hay nada, o hay, pero sin resortes para construir algo posible. 

Desde el discurso del presidente Alberto Fernández del miércoles hasta hoy, aconteció un olejae de movimientos políticos, al tiempo que se desplegaron estrategias y tácticas tan disímiles e incongruentes, como efectistas en el corto plazo. 

La decisión de las restricciones la encarnó el máximo ejecutivo nacional después de varios días de idas y vueltas y dejando a dos ministros en evidencia, como fueron los casos del de Educación, Nicolás Trotta, y la de Salud, Carla Vizzotti, quienes insistían en el bajo riesgo de contagio que hay en las escuelas. 

Sin embargo, el giro fue hacia la baja en la circulación, cuestión que trajo aparejada la suspensión de la presencialidad escolar, lo cual supuso un in crescendo en el espesor de personas transitando las calles y ocupando asientos en el transporte público. 

Pero la oscilaciones dialécticas del presidente, su gabinete y ciertos detalles hicieron que, con una gran muñeca política, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, instalara el debate en torno a “la falta de diálogo”, como instando al Presidente a un cogobierno, pero no solo con éxito sino, también, casi horas después del fallecimiento de un estudiante se un secundario de adultos, asentando la discusión, de nuevo, en derredor de la presencialidad escolar. 

La venia mediática del alcalde de la Ciudad más el pliego del arco opositor, provocó una nueva crispación a orillas de una grieta que no deja de surcarse y con la cual se lucra políticamente. En esa sintonía, el oficialismo no logró andamiar los considerandos de la decisión ejecutiva y, más allá de intentos, jugó en desfavor el inoporturo mensaje de que “el sistema sanitario se relajó”. 

Por esto, minutos antes de la tensa calma sobre la cual se desarrolló el encuentro en Olivos entre Alberto y Larreta, el equipo legal de la CABA sorteó la faceta política y llevó al terreno judicial el debate por la presencialidad o no de las clases. 

No obstante, este disenso no hace más que plantear las ambiciones de la oposición, hasta donde llega la posibilidad de negociar y cuáles son los términos en los cuales se desarrollan las conversaciones “rosqueras”. Es decir que, aquí, ya no importa lo sanitario o la vida, que es lo que realmente está en juego, sino signar una grieta con tal de seguir el producto de antagonizar con el otro en el terreno partidario. 

En ese punto, horas antes del anuncio de las medidas, uno de los intendentes del Grupo Dorrego y del ala más dialoguista, Jorge Macri, de Vicente López, admitía en la TV Pública que “acataría” las medidas del Gobierno Nacional y las que adopte la Provincia de Buenos Aires. Pero, con el correr de las horas, llegó el llamado para funcionar en tándem con CABA y también por su lado anunció que iría a la Justicia para, también, subvertir las medidas ejecutivas de Presidencia de la Nación. 

Incluso, según filtraron de su equipo técnico comunicacional, el primo del expresidente le envió un mensaje al gobernador Axel Kicillof para gestar esa foto política que consiguió Rodríguez Larreta este viernes con Alberto. El objeto que perseguía el jefe comunal bonaerense era un acercamiento con el máximo funcionario provincial pero, luego, desde el equipo del exministro de Economía manifestaron que no se sentarían a hablar con ningún municipio que no acate la suspensión de la presencialidad escolar. 

Por su parte, el intendente de La Plata, Julio Garro, se vio en una encerrona ya que ayer participó de la entrega de patrulleros por parte del Ministerio de Seguridad en donde se lo vio cerca del Gobernador y del titular de la cartera respectiva, Sergio Berni. 

Garro, sin embargo, no optó por ir a la justicia pero sí por proferir mensajes en contra de las decisiones gubernamentales y abonando su espacio para propiciarse un lugar en la discusión provincial, mesa a la cual anhela ser invitado constantemente. 

No obstante,  una decisión que favorece los intereses del oficialismo platenses es el del Colegio Esseri de Gonnet que, aunque parezca aislado, cuenta con el apoyo de Juntos por el Cambio. Lo cierto es que las autoridades de la entidad privada a donde asiste parte de la élite estudiantil local, se declararon en rebeldía y no acatarán las restricciones nacionales e, incluso, presentarán un recurso cautelar para abrir y dar clases presencialmente el próximo lunes.

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