Horacio Rodríguez Larreta, el equilibrista de la escena política argentina - Política y Medios
04-07-2025 - Edición Nº6363

POLÍTICA NACIONAL

Horacio Rodríguez Larreta, el equilibrista de la escena política argentina

La gestión de la pandemia ubicó al jefe de Gobierno porteño entre el oficialismo y el núcleo duro de su partido. ¿Construirá desde ahí su candidatura?

La derrota de Juntos por el Cambio en las pasadas elecciones de octubre dejó a Horacio Rodríguez Larreta como el dirigente de la fuerza mejor posicionado en cuanto a gestión. No descubro nada si afirmo que, desde ese mismo día, sino desde las PASO de agosto, la coalición comenzó a trabajar en el retorno al poder.

En este marco, la administración de la pandemia obligó al ex interventor del PAMI a mantener un estrecho vínculo con el Gobierno Nacional y la gestión de Axel Kicillof en la Provincia de Buenos Aires.

La emergencia sanitaria, así, se erigió en escenario predilecto para la práctica de un equilibrio entre el oficialismo y las posiciones más combativas de su propio partido. Entre la fuerza oficialista y las expresiones más delirantes de oposición.

Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta en la Residencia de Olivos.

Larreta gestionó la pandemia en un constante tire y afloje entre el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretado por Alberto Fernández, y las demandas de flexibilización de su propio flujo de votantes.

Trabajó “codo a codo” con el Ejecutivo Nacional y el bonaerense, cuidándose de no separarse lo suficiente de su identidad partidaria. Desde el detalle de las imágenes portando una libreta amarilla, en reuniones con la dirigencia del Frente de Todos, hasta la abierta defensa de sus decisiones que no eran bien recibidas en el oficialismo, como flexibilizar el deporte al aire libre.

[¿Una candidatura desde la “neutralidad”?]

Mientras referentes opositores como Patricia Bullrich, Miguel Ángel Pichetto y hasta el mismísimo Mauricio Macri (desde Europa), apuestan a una política de “trinchera”, de oposición férrea y sistemática, el jefe de Gobierno de CABA se mantiene entre medio.

Su posición política es sin dudas diferente: no sólo gobierna un distrito clave en el país, sino que además gestiona, en estrecha coordinación con el oficialismo, un fenómeno sanitario inédito.

Pero el equilibrismo que signa tanto las decisiones como las expresiones de Larreta no se explica únicamente por este factor. De hecho, como informó PolíticayMedios días atrás, el dirigente del PRO ya piensa en “un proyecto nacional” de cara a las elecciones presidenciales de 2023.

Vista de esta manera, la actitud del mandatario porteño es cada vez más comprensible.

Sergio Massa elogió meses atrás al jefe de Gobierno por su "posición responsable y no destructiva".

La escena política nacional, desde hace años, se encuentra visiblemente polarizada. El peronismo, por un lado, posee un fuerte apoyo que le permitió retornar al gobierno hace pocos meses con la fórmula Fernández-Fernández. No obstante, un porcentaje nada despreciable de la sociedad argentina sostiene una oposición inalterable. Los votos de Macri en 2019, luego de una más que magra gestión, pueden dar fe.

En esta coyuntura, la apuesta a la neutralidad parece un sendero que, por el momento, vale la pena explorar para Horacio Rodríguez Larreta.

Mientras el macrismo más talibán foguea la grieta de manera constante, y en ocasiones, el oficialismo cae en una suerte de remake de la pesada herencia, el jefe de Gobierno se mantiene en el papel del dialoguismo y la colaboración. Reconociendo el hartazgo de grandes segmentos sociales en torno a la famosa “grieta”, una posición neutral buscará sumar, al voto de los opositores obsecuentes, el apoyo de los indecisos.

En principio, comenzó a disputar la hegemonía hacia adentro de su partido, y ya manifestó su voluntad de construir una propuesta nacional para 2023.

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