Los trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) protagonizaron nuevos incidentes con la Policía este jueves al realizar otra manifestación en las puertas de la destilería de YPF, en la ciudad de Ensenada.
Los trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) protagonizaron nuevos incidentes con la Policía este jueves al realizar otra manifestación en las puertas de la destilería de YPF, en la ciudad de Ensenada.
La facción que responde a Juan Pablo ‘Pata’ Medina, que se encuentra detenido en el penal de Ezeiza, se había congregado a las cinco de la mañana en inmediaciones de la puerta 4 de la plata de YPF de ensenada, por donde intentó ingresar para reclamar por la situación de trabajadores despedidos y cesanteados de la empresa AESA, pero se encontraron con un cordón policial que impidió el ingreso.
Así, en cuestión de minutos, el clima se puso tenso y la Policía intervino para impedir el ingreso de los sindicalistas al predio y evitar un nuevo enfrentamiento contra la facción del interventor Carlos Vergara. Entonces, la situación escaló a su pico más alto de violencia: hubieron corridas, piedrazos, gases lacrimógenos y balazos de goma.
El clima aún se mantiene tenso, ya que peligran al menos 900 puestos de trabajo y, en esa línea los obreros denuncian que unas 150 personas fueron despedidas por AESA, la constructora contratada por la petrolera argentina para realizar obras en el interior de la destilería.
En este contexto, tras los enfrentamientos ocurridos a primera hora de la mañana de este jueves, los trabajadores improvisaron una asamblea en el lugar y resolvieron dirigirse hacia las puertas del Ministerio de Trabajo, en calle 7 entre 39 y 40, donde permanecen congregados exigiendo soluciones al conflicto que mantienen con la constructora AESA.
Vale recordar que este es el segundo episodio de violencia en ese lugar. Todo comenzó hace unos días, con una protesta por salarios mal liquidados y una columna de trabajadores que se movilizó hasta la planta en Ensenada, pero terminó en un fuerte cruce entre las dos facciones con pedradas, disparos y hasta la intervención de agentes policiales que reprimieron a los obreros.
