María Eugenia Vidal planteó con lógica desdoblar las elecciones provinciales a fines de 2018. Al menos así se deduce de los resultados que arroja una nueva encuesta de Federico González & Asociados. El arrastre de la imagen negativa que mantiene Mauricio Macri podría ser determinante en el resultado final del comicio bonaerense.

Vidal cuenta, según el sondeo, con una intención de voto que ronda el 36%. Sin embargo, al ir acompañada en la boleta por Mauricio Macri su caudal podría reducirse al 30,8%. Teniendo en cuenta que en la provincia de Buenos Aires no hay segunda vuelta, este panorama atentaría contra la reelección de la Gobernadora en el principal distrito del país.

Por su parte, Axel Kicillof, pegado a la boleta presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner obtendría un 40,5% de los votos y se alzaría, en ese caso, con la Gobernación bonaerense.

Sin embargo, no todas son malas para el oficialismo según Federico González & Asociados. Mauricio Macri, medido sin la figura de Vidal a su lado, mantiene una intención de voto del 29,3%, frente al 43,6% de los Fernández. Medido con las boletas de candidatos a gobernadores, la diferencia se reduce y no es mayor a los diez puntos entre ambos y esto le permitiría al gobierno llegar al tan ansiado ballotage, ámbito donde se siente más a gusto para polarizar al extremo con el kirchnerismo.

De todas formas, este es un escenario de PASO. En el gobierno provincial prevén una derrota en la elección primaria y gastar todos los cañones en la elección general de octubre para dar vuelta el resultado. Eso sucedió en 2015 y 2017, cuando en las elecciones generales se alzaron con los triunfos, primero contra Aníbal Fernández y más tarde contra la ex presidenta en las legislativas.