El conflicto en la refinería bahiense, propiedad de la firma multinacional TRAFIGURA, estalló la semana pasada con el despido de 200 trabajadores petroleros, luego de que la planta permaneciera paralizada por decisión de la empresa desde el 12 de junio.
Ahora, una conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo puso en suspenso los despidos, al menos hasta la semana que viene, cuando el jueves 19 de junio se realice una nueva audiencia entre sindicatos, empresa y gobierno.
El planteo del Sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca, liderado por Gabriel Matarazzo, giró en torno a que TRAFIGURA envió telegramas de despidos a sus trabajadores una vez dictada la conciliación obligatoria, entonces exigieron dejar "sin efecto los despidos", según reza el acta de la audiencia realizada ayer.
Los trabajadores también le manifestaron a la multinacional y a las autoridades del Ministerio de Trabajo "la enorme preocupación por la actitud de la empresa", que primero paralizó la planta y advirtieron sobre un posible "cierre de la destilería de Bahía Blanca". También pidieron la intervención en el conflicto de autoridades municipales, provinciales y del gobierno nacional.
Por parte de la empresa de capitales suizos y holandeses, sostuvieron que "los telegramas aludidos por la representación sindical fueron despachados con anterioridad a la entrada en vigencia de la Resolución que dispuso la apertura de la Conciliación Obligatoria".
De todos modos, los funcionarios del ministerio de Trabajo intervinientes en el conflicto pusieron en suspenso los centenares de despidos y fijaron una nueva audiencia entre las partes para el próximo 19 de julio.