El canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció que la Organización de Naciones Unidas (ONU) es utilizada “por poderes arrogantes” para forzar cambios de gobierno en países soberanos como Venezuela, maniobra que se evidenció en el discurso ante ese organismo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Esta casa, la del multilateralismo y el respeto a la igualdad de los pueblos y los Estados, ha sido profanada, irrespetada y ofendida por poderes arrogantes que pretenden imponer su reglas de juego unilaterales, de la guerra, el sufrimiento y el dolor", manifestó el diplomático venezolano, en su intervención en la 72° Asamblea General de la ONU.

El canciller de Venezuela sentenció que, en “un alarde de descaro e hipocresía política”, asentando sus “ataques a la humanidad sobre los valores de la paz y la prosperidad”, Trump enfiló sus medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, Irán y Siria, entre otros países no obedientes a Washington.

Arreaza resaltó que desde la ONU, “una tribuna casi sagrada para los pueblos que apuestan a la paz y el entendimiento”, Trump amenazó a los venezolanos con el uso de la fuerza militar más poderosa y que las sanciones económicas ilegales impuestas contra su país tienen como propósito “forzar cambios no democráticos en el sistema de gobierno de Venezuela”.

Al respecto, el diplomático destacó que los 120 integrantes del Movimiento de Países no Alineados (MNOAL) aprobaron un documento en rechazo a las medidas aplicadas contra el pueblo venezolano.

“Venezuela se opone tajantemente a las armas nucleares. Por eso hemos firmado el tratado de no proliferación”, mientras EE.UU es el único país del planeta que se ha atrevido a utilizar armas nucleares contra otros pueblos, dijo.

Además, aseguró que el gobierno norteamericano no merece estar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, porque no ha ratificado 72% de los acuerdos internacionales en dicha materia, lo que lo convierte en el principal violador de la norma, “no solo en su propio país, sino en el mundo”.

También consideró hostil que el mayor contaminante del mundo, EE.UU., se retire del acuerdo de París. Venezuela, por su parte, adhiere la premisa de los movimientos ambientalistas del mundo: “no cambiemos el clima, cambiemos el sistema”.

Igualmente, Arreaza afirmó que Venezuela no considera al pueblo de EE.UU. un enemigo y está dispuesto al diálogo con el gobierno norteamericano, pese a su conducta hostil.

Al concluir, el canciller ratificó que su país defiende “la construcción de un nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, para promover la paz entre los pueblos bajo una política de respeto a la soberanía”.