La escuelas técnicas no podrían homologar títulos si se concreta la reforma educativa - Política y Medios
28-03-2024 - Edición Nº5900

La escuelas técnicas no podrían homologar títulos si se concreta la reforma educativa

Mientras hay casi 30 colegios porteños tomados, el macrismo avanza con la reforma educativa que se aplicaría primero en la ciudad y después en la provincia de Buenos Aires. Las más afectadas serían las escuelas técnicas ya que no cumplirían los requisitos para homologar los títulos técnico profesionales.

Las escuelas técnicas han tenido un lugar muy importante dentro del sistema educativo argentino casi desde sus inicios. Desde la década del ‘40, a partir de la demanda de mano de obra calificada por el auge del desarrollismo, el estado tomó la responsabilidad de formar profesionales de forma masiva. Siguiendo el modelo propuesto por Otto Krausse a fines de 1800, se oficializaron las Escuelas Nacionales de Educación Técnica (ENET).

Tras altos y bajos a lo largo de la historia, si se aplica la reforma educativa propuesta por el macrismo para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como prueba piloto para su implementación en provincia, corren serios riesgos. En julio pasado, renunció el director provincial de educación técnico profesional de la provincia de Buenos Aires, Gerardo Marchesini, no sin antes denunciar que del presupuesto para esa dirección en el año 2016 sólo se ejecutó el 17%.

En diálogo con P&M, Marchesini se mostró muy preocupado por cómo afectará la reforma a las escuelas técnicas. En primer lugar, explicó que los títulos que ofrecen estas instituciones, al tener incumbencia profesional, tienen que tener una homologación estatal, con marcos de referencia nacional que fueron aprobados por el Consejo Federal de Educación.

Estos marcos establecen cargas horarias mínimas, campos de formación y una serie de contenidos. “Previendo que el último año los chicos, según lo que aparece en la propuesta de Ciudad de Buenos Aires, estarían un tiempo importante, casi el 70% del tiempo fuera de la escuela, ya los campos de formación no dan, por lo cual, se desregularía la incumbencia profesional de los títulos, simplemente porque no dan las cargas horarias. Esta es la primer luz amarilla” alertó Marchesini.

El ex director de Educación Técnica bonaerense denunció que esta situación “De por sí es gravísima, porque en Argentina el estado tiene la potestad de la incumbencia profesional de los títulos, de todos los títulos, no sólo de técnica”.

Respecto a las similitudes con la Ley Federal de Educación de 1994, que desvalorizó los títulos secundarios, no sólo por la provincialización, sino porque ya no formaba técnicos sino bachilleres específicos, Marchesini manifestó a P&M que para él “Es una versión rápido y furioso de los ‘90”. Agregó que la educación técnica venía desfinanciada desde la última dictadura cívico militar, y que la vuelta a la democracia no pudo resolver esa falla.

“Ahora, este gobierno toma en diciembre de 2015 una estructura de la educación técnico profesional muy financiada a través de la Ley -26.058 - del año 2005. Tenía 10 años de financiamiento efectivo, marcos de homologación, títulos regulados nacionalmente, digamos, una estructura bastante consolidada. Y en menos de dos años, estamos casi en el punto de los ‘90” denunció.

En la misma línea, marcó un paralelismo con los objetivos políticos de estas reformas educativas, tanto de los ‘90 como la que quieren imponer en CABA: “Desde el punto de vista conceptual es lo mismo, desde el punto de vista fáctico es mucho peor, porque es desconocer las leyes vigentes”. Marchesini hace referencia a la Ley Nacional de Educación del 2006, y la de Educación Técnico Profesional (26.058) del año 2005, ya que la reforma propuesta no entraría en ese marco legal.

Asimismo, manifestó que la discusión es mucho más de fondo. “La Argentina ha adoptado en sus leyes una concepción social de la educación. La educación es un bien social, no es un bien de comercio” expresó el docente, quien añadió que “con esta propuesta, van hacia un modelo donde la educación es un bien de comercio, que es lo que dice la Organización Mundial del Comercio, en línea con lo que dicen todos los países liberales del mundo”.

Pero no sólo estaría en juego la incumbencia profesional de los títulos, sino la soberanía estatal en la formación de los estudiantes, ya que abriría la puerta a las empresas a decidir sobre los aprendizajes. “La responsabilidad de los contenidos y los propósitos del sistema educativo son del sistema educativo, así lo establecen las leyes” recalcó Marchesini a P&M, delimitando las áreas de incumbencia.

“Por supuesto que el sector productivo dice hacia dónde va el desarrollo industrial. Ahora, tirarle los pibes por la cabeza al sector productivo como es lo que propone esta reforma en el último año, la verdad que el que propone esto desconoce totalmente lo que cuesta tener una alianza con el sector productivo para tener las prácticas profesionalizantes” reflexionó, y dijo que la reforma “en los términos en los que se propone, es inaplicable”.

Por último, acusó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de no aplicar las prácticas profesionalizantes que le exige la Ley Nacional de Educación desde el año 2005, y que “ahora quiere para toda la educación secundaria meter a los pibes en el sector productivo. La verdad es una utopía” concluyó Marchesini.

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