La debilidad de Unidad Ciudadana está en el interior de la Provincia, mientras que la de CAMBIEMOS en el conurbano. Ahí será donde Cristina Kirchner y el binomio Vidal-Macri intentarán conquistar votos que no tienen.
Es por esto que ayer la ex presidenta visitó la localidad de Lincoln, gobernada por un radical, donde recorrió un tambo y aprovechó el malestar de los pequeños productores agrupecuarios con el gobierno nacional. Además, estuvo reunida con productores y con los precandidatos de Unidad Ciudadana en la cuarta sección electoral, de la cual, además, es oriundo Florencio Randazzo.
“Al productor le aumentaron un 300% los costos” aseveró CFK y utilizó uno de sus slogans de campaña: “Así no se puede seguir”. Los productores de leche se ven fuertemente afectados por la caída del consumo de dicho bien y le comentaron a la precandidata a senadora nacional las pérdidas de rentabilidad que esta situación conlleva.
Mientras tanto, el presidente Mauricio Macri, visitó hoy junto a la compañera de fórmula de Esteban Bullrich, Gladys González, la localidad de Avellaneda para poner en marcha una tunelera de la planta depuradora de Dock Sud.
Gobernada por el kirchnerista Jorge Ferraresi, Avellaneda forma parte de ese terreno hostil para el gobierno nacional que es el conurbano bonaerense. Allí, el macrismo, junto con Vidal, hará hincapié en la obra pública como bandera de campaña para atraer votos que siempre le han sido adversos.
Además, Mauricio Macri habló de la grieta (otro eje de campaña): “La verdadera grieta es la que generó la resignación. A esa grieta la curamos, la cerramos trabajando juntos”.
Con piso alto y techo bajo, las dos principales fuerzas políticas ya se encuentran en plena campaña con una certeza: elevar el piso de votos otorgará el triunfo.