Tras la escalada del dólar, los supermercadistas alertan por listas con subas de hasta 7% - Política y Medios
28-09-2025 - Edición Nº6449

PIDEN RETROTRAER AUMENTOS

Tras la escalada del dólar, los supermercadistas alertan por listas con subas de hasta 7%

Proveedores ya enviaron aumentos de precios -de hasta 7%- en productos dolarizados como aceites, yerba y galletitas. Cadenas del interior piden que los incrementos sean retrotraídos y advierten por consumo estancado.

La tensión de los mercados post derrota electoral del Gobierno en la Provincia de Buenos Aires se filtró directo en los supermercados. En las últimas semanas, proveedores comenzaron a remitir nuevas listas de precios con incrementos de hasta 7%, sobre todo en productos cuya materia prima está atada al dólar.

Las cadenas nucleadas en la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) alarman sobre el riesgo de “precios especulativos” que cargan la factura al consumidor final.

El episodio coincide con una reciente calma cambiaria previa, pero arrastrada por desacuerdos políticos y económicos luego de la derrota de La Libertad Avanza en Buenos Aires. En ese contexto, aceiteras, yerbateras y molinos harineros lideraron las subas: aceites y galletitas llegaron al 7 %, yerbas entre 2,7 % y 7 % según la marca.

Desde el interior del país expresan preocupación especial porque el consumo sigue muy deprimido. Las cadenas sugieren prudencia: solicitaron que los proveedores retrotraigan los precios en la medida de lo posible, alegando que los aumentos son reacciones anticipadas más que ajustes por costos reales.

Victor Palpacelli, presidente de FASA, detalló que no todos los productos subieron igual: alcohol etílico y golosinas mostraron alzas moderadas, otros, más sensibles al dólar, más pronunciadas. También destacó que algunas marcas de cuidado personal redujeron sus precios, como gesto de contención.

El comunicado conjunto de CAS y FASA pide actuar con responsabilidad: que no se trasladen todos los costos al consumidor y que los aumentos respondan realmente a incrementos en los insumos, no a especulación financiera. Dentro del sector creen que corregir el curso ahora puede evitar un agravamiento de la inflación o una nueva pérdida de poder adquisitivo.

Para los consumidores ya empieza a sentirse: productos básicos se acercan a precios que muchos hogares consideran inalcanzables. Y para los supermercados, la presión es doble: por un lado justificar los precios, por otro contener la fuga de ventas.

Pese a las maniobras de respaldo desde Estados Unidos que trajeron algo de estabilidad al mercado cambiario y cambiaron las expectativas sobre la proyección del dólar, los tradicionales aumentos especulativos ya amenazan el plan del Gobierno para llegar con las aguas mansas a octubre.

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