Mauricio Macri habilitó las negociaciones para que María Eugenia Vidal pueda llevar su boleta pegada tanto a la candidatuta de Mauricio Macri como del aspirante de Alternativa Federal. Esta puerta que abrió el Presidente, ante las serias posibilidades de perder la elección en la provincia, tiene como objetivo, también, evitar el acuerdo entre Sergio Massa y el kirchnerismo.
Es que el máximo déficit del peronismo federal es la falta de un candidato competitivo en el distrito más grande del país. De esta forma, el gobierno nacional persigue dos objetivos: además de evitar el pacto Massa - Fernández, pegar la boleta de Vidal a otra fuerza nacional le permitiría captar un voto más amplio y aumentar las chances de retener la provincia de Buenos Aires.
El trámite quedó en manos de la jueza María Romilda Servini de Cubría. El decreto del gobierno obliga a que "en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias y en las elecciones generales, las distintas secciones de la boleta deberán corresponder a agrupaciones que tengan idéntica denominación".
Es que en su fallo, la magistrada estableció que "los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las Cámaras". El precedente podría aplicarse también en el caso del decreto que eliminó las listas colectoras y de esta forma favorecer a la estrategia de la Casa Rosada en su intento por retener la provincia de Buenos Aires.