Mauricio Macri abrió un nuevo periodo de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación en medio de un clima signado por el año electoral. Los gritos y cruces entre legisladores opositores y oficialistas marcaron una sesión en la que el Presidente negó la crítica situación económica que atraviesa el país.

"Muchos van a pesar que están peor que hace unos años pero les quiero decir que lo que estamos logrando los argentinos es enorme", arengó Macri y agregó que "estamos haciendo crujir estructuras viejas y oxidadas".

El anuncio más importante que realizó Macri fue el aumento del 46% de la Asignación Universal por Hijo a partir de marzo. "Este año esperamos una baja sustancial de la inflación", consideró.

En medio de las acusaciones de los legisladores opositores frente a algunas aseveraciones dudosas, Macri dijo que "los gritos, los insultos, no hablan de mí, hablan de ustedes, yo estoy acá por el voto de la gente".

El Presidente destacó que "asumimos la inflación, la pobreza y la inseguridad" pero aclaró que "la Argentina está mejor parada que en el 2015" porque "hemos salido del pantano en donde estábamos". "Si no hubiésemos tomado las decisiones que tomamos la economía hubiese colapsado", aseguró y detalló que el país enfrentó "tres shocks imprevistos, la salida de capitales, las lluvia y la causa de los cuadernos".

Otro eje de su discurso fue el de la lucha contra la corrupción. "Hay un Estado más sano que lucha contra los comportamientos mafiosos", dijo y citó a la Ley de Extinción de Dominio, con la que busca recuperar los bienes de la corrupción y el narcotráfico. "Se está acabando la impunidad", celebró.

Por último, expresó que el modelo de Cambiemos tiene "un nivel de respaldo internacional inédito en nuestra historia". "Yo soy el primer en saber lo que fueron estos meses", aseguró y pidió que "no dejemos que los predicadores de la resignación y el miedo, le ganen a la esperanza".